Page 5 - Guia del formador en PRL trabajadores con discapacidad intelectual
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FORMACIÓN PRL ADAPTADA (INSHT) GUÍA DEL FORMADOR y Atención a las personas en situación de dependencia y en la nueva clasificación de la Organización Mundial de la Salud, "Clasificación Internacional de Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud" (CIF-2001), se realizan las siguientes actualizaciones terminológicas: 1. Todas las referencias hechas en la redacción original de este real decreto al término "minusvalía» quedan sustituidas por el término «discapacidad". 2. Todas las referencias hechas en la redacción original de este real decreto a los términos "minusválidos" y "personas con minusvalía" quedan sustituidas por el término "personas con discapacidad". 3. Todas las referencias hechas en la redacción original de este real decreto al término "discapacidad" quedan sustituidas por "limitaciones en la actividad". 4. Todas las referencias hechas en la redacción original de este real decreto al término "grado de minusvalía" quedan sustituidas por "grado de discapacidad". 5. Todas las referencias hechas en la redacción original de este real decreto al término "grado de discapacidad" quedan sustituidas por "grado de las limitaciones en la actividad”. A los efectos anteriores, se entenderá por "grado de las limitaciones en la actividad", las dificultades que un individuo puede tener para realizar actividades, expresadas en porcentaje. Una "limitación en la actividad" abarca desde una desviación leve hasta una grave, en términos de cantidad o calidad, en la realización de la actividad, comparándola con la manera, extensión o intensidad en que se espera que la realizaría una persona sin esa condición de salud. Desde el punto de vista laboral, las personas con retraso mental grave y/o profundo no se consideran integrables. Para cada grado de discapacidad se contemplan cinco áreas de competencias que son: Psicomotricidad y lenguaje. Habilidades de autonomía personal y social. Proceso educativo y cognitivo. Proceso ocupacional laboral. Conducta. Cada área de competencia tendrá más o menos restricciones en función del grado de discapacidad pero también de cada caso personal. Además, la discapacidad intelectual no es excluyente de padecer además otras patologías físicas, sensoriales y/o mentales. Hay datos que apuntan que la DI puede implicar mayor prevalencia de otras dificultades en áreas de funcionamiento distintas de la intelectual como alteraciones de conducta, cuadros de ansiedad, depresión, miedos, etc. Página 5 de 40