MINAS DE CARBON

A pesar de que el carbón se ha ido retirando de sus típicas aplicaciones ( ferrocarriles, calefacción doméstica,...) debido al uso de productos derivados del petróleo, del gas natural, aún se sigue empleando en el sector del hierro y acero (uso de cok), en la producción de energía eléctrica, y otras utilidades relacionadas con nuevas tecnologías (producción de gases combustibles, aceites pesados, gasolinas, etc.).

- La industria del carbón está generalmente mecanizada y automatizada, con los correspondientes riesgos así como por la aplicación de sistemas de trabajos a turnos, etc..

- Pero los métodos de extracción son muy diferentes, dependiendo de muchos factores: la formación geológica, la pendiente, la profundidad, el grado en que los filones están expuestos a grisú,... etc. Pero básicamente pueden clasificarse en dos sistemas de trabajo:

· Trabajo por filones horizontales o planos: mediante el sistema de sala y pilares, y el sistema de tajo a lo largo de la pared.

La aplicación del sistema a lo largo de la pared, puede realizarse mediante tres técnicas: mediante transportador blindado en el tajo (ACF), la introducción de máquinas de alta potencia, y mediante el soporte del tajo a base de puntales y vigas.

· Trabajo por filones inclinados: (menos desarrollado que el de filones planos). Utiliza varias técnicas: uso de tajos oblicuos y de máquinas especiales para el arranque de carbón, sistemas de extracción hidráulica, máquinas perforadoras de galerías,... y para el transporte de materiales (uso de cintas transportadoras y otros medios especiales de transporte), con equipos de control remoto, de transmisión de datos, etc.

RIESGOS

- Accidentalidad, debida a:

· Derrumbamientos.

· Emisiones de grisú (explosiones): El grisú, se formó en el periodo carbonífero y está compuesto por hidrocarburos gaseosos (sobre todo metano) y otros gases (dióxido de carbono y nitrógeno). Si hay grisú en la mina, se mezcla con el aire de ventilación, siendo la mezcla explosiva a partir del 5-15% de grisú.

· Ignición de polvos (y explosiones), que tienen lugar por: explosiones de grisú, barrenos, chispas eléctricas, etc.

· Fuegos y combustión expontánea: puede haber combustión expontánea (en el carbón, azufre, piritas, sulfuros), o bien por el fuego abierto procedente de materiales del exterior de la mina (maderas, aceite, correas transportadoras,...). Sucede con frecuencia si hay una corriente de aire insuficiente para evacuar el calor que se genera (Ejemplo: en filones gruesos).

· Mecanización (maquinarias, medios de transporte,...): además el uso de transmisiones hidráulicas requiere la utilización de muchas cantidades de aceite mineral combustible con los correspondientes riesgos, como el de incendio.

· Manejo de herramientas.

· Uso de explosivos.

· Exposición a gases.

· Inundaciones.

· Corriente eléctrica: el uso de grandes maquinarias requiere grandes potencias con los correspondientes peligros de incendio y explosiones.

- Exposición a intensos niveles de ruido y vibraciones.

- Riesgos en relación con la carga física de trabajo: requiere un estudio ergonómico para detectar posibles lesiones por microtraumatismos.

- Exposición a condiciones extremas de temperatura y humedad (calor generado por las maquinarias y equipos de extracción, exceso de humedad, corrientes y fuertes contrastes de temperatura,...) que causan frecuentes enfermedades respiratorias.

- Riesgos de padecer enfermedades parasitarias como la anquilostomiasis.

- Lesiones en relación con inadecuadas condiciones de iluminación (actualmente menos frecuente), como el nistagmus de los mineros (lesión de los ojos con movimientos rápidos e incontrolados de los mismos,...), etc.

- Exposición a concentraciones ambientales de polvo, que causa neumoconiosis.

PREVENCION

Por este motivo es importante realizar mediciones de la concentración, manteniendo en buenas condiciones el aire de ventilación, y siempre por debajo de los límites de riesgo. Se estudia el perfeccionamiento de los diferentes métodos de medición y de evacuación de grisú. En lugar de lámparas de seguridad, se usan metanómetros portátiles o automáticos. Estos también pueden usarse como registradores (mediciones), que interrumpan los circuitos si el nivel de grisú (metano) se ha excedido. Mediante el empleo de manómetros registradores, es posible predecir el nivel de grisú y tomar las recomendaciones en prevención.

En galerías anchas, se usan activadores de ventilación locales. También existen diferentes procedimientos para reducir el grisú según el tipo de trabajo.

Requieren las correspondientes medidas de prevención técnica en el diseño de los procesos y métodos de trabajo.

Debe disponerse de personal especializado y de equipos de extinción de incendios, pues se requieren métodos especiales, y una tomas de muestras periódica para controlar la evolución de la combustión. Es importante el uso de máscaras protectoras de monóxido de carbono.

Se requiere considerar la prevención al respecto: evitar el excesivo calentamiento de los cables, empleo de aislamientos resistentes al calor, protecciones automáticas de la red, empleo de aceite como dieléctrico, evitar el grisú y usar elementos y circuitos a prueba del mismo, las corrientes de fuga reducidas al nivel más bajo interrumpidas rápidamente, etc.

Y evitar el riesgo de electrocución con las correspondientes protecciones y puesta a tierra, etc.

Es necesario adecuar sistemas de refrigeración, y climatización así como el uso de ropa protectora adecuada al tipo de trabajo.

Debe evitarse mediante métodos de perforación con sistemas en húmedo, métodos de inyección de agua, uso de maquinaria específica de perforación y arranque de carbón, equipos de aspiración y filtrado de aire,... y diferentes sistemas para la reducción de las emisiones de polvo, y de eliminación.

Es muy importante realizar mediciones periódicas de las concentraciones ambientales de polvo para valorar la evolución de los métodos de prevención o las mejoras introducidas.


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