formando además geles más transparentes.
Pueden obtenerse derivados que tengan las ventajas de
los dos tipos efectuando los dos tratamientos,
entrecruzado y substitución. También se utilizan
mezclas de los diferentes tipos.
Los almidones modificados se utilizan en la fabricación
de helados, conservas y salsas espesas del tipo de las
utilizadas en la cocina china.
En España se limita el uso de los almidones
modificados solamente en la elaboración de yogures y
de conservas vegetales. En los demás casos, el único
límite es la buena práctica de fabricación. Los
almidones modificados se metabolizan de una forma
semejante al almidón natural, rompiéndose en el
aparato digestivo y formando azúcares más sencillos y
finalmente glucosa, que es absorbida. Aportan por lo
tanto a la dieta aproximadamente las mismas calorías
que otro azúcar cualquiera. Algunos de los restos
modificados (su proporción es muy pequeña, como ya
se ha indicado) no pueden asimilarse y son eliminados
o utilizados por las bacterias intestinales. Se consideran
en general aditivos totalmente seguros e inocuos.
Los edulcorantes no calóricos, artificiales o naturales,
Edulcorantes
son en este momento una de las áreas más dinámicas
dentro del campo de los aditivos alimentarios, por la
gran expansión que está experimentando actualmente el
mercado de las bebidas bajas en calorías.
Para que un edulcorante natural o artificial sea
utilizable por la industria alimentaria, además de ser
inocuo, tiene que cumplir otros requisitos: el sabor
dulce debe percibirse rápidamente, y desaparecer
también rápidamente, y tiene que ser lo más parecido
posible al del azúcar común, sin regustos. También
tiene que resistir las condiciones del alimento en el que
se va a utilizar, así como los tratamientos a los que se
vaya a someter.
El uso de edulcorantes artificiales ha sido objeto de
múltiples polémicas por lo que respecta a su seguridad
a largo plazo. La forma más adecuada de enfocar esta
polémica es desde la perspectiva del balance riesgo-