flexibilidad para pivotar pequeños ángulos sobre una posición fija,
evitando un exceso de rigidez en el respaldo.
Apoyo torácico completo.
Es adecuado que el respaldo permita el apoyo lumbar completo,
siguiendo las normas explicadas en el capítulo anterior. Además se
recomienda que dé apoyo torácico pues el usuario permanece mucho
tiempo en una postura en la que se apoya totalmente la espalda. Para
ello se recomienda que el respaldo sea suficientemente alto. Excep-
cionalmente, en aplicaciones intensivas de ordenador con la vista fija
en la pantalla durante muchas horas, puede ser conveniente disponer
de reposacabezas.
No es fundamental disponer de sitio para movimientos de los codos
en el plano del respaldo y, por este motivo, el respaldo puede ser más
alto y ancho que en las sillas de oficina analizadas en el capítulo
anterior.
Apoyo lumbar.
Debido a las diferentes alturas lumbares de las personas, a la
duración de la jornada laboral y a la inmovilidad de la postura que
adopta el usuario de un terminal de ordenador, se recomienda que el
respaldo se pueda subir y bajar dentro de un margen amplio de
posibilidades.
Inclinación del asiento.
Las guías de recomendaciones del IBV, editadas en colaboración
con la Consejería de Trabajo, señalan a este respecto que es muy
importante que la inclinación del asiento sea regulable, disponiéndose
de inclinación hacia delante, puesto que esta postura puede ser
agradable para facilitar, por ejemplo, la lectura de un documento.
La inclinación del asiento preferida por los usuarios suele ser de
unos 5 hacia detrás, aunque es recomendable que disponga de
O
ajustabilidad en un margen entre -5 y +5 .
O
O
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