Según el IBV, uno de los defectos observados en las oficinas

actuales es la adaptación del mobiliario tradicional a los nuevos usos

que impone la "oficina electrónica". Es decir, los muebles que antes

eran adecuados, pueden provocar molestias posturales al reconvertirlos

en un puesto de trabajo con terminal de ordenador.

El origen principal de las molestias es una postura incorrecta, que

puede ser causada por: un diseño del puesto de trabajo y de la silla

inadecuado, la ausencia de un soporte inclinable para los documentos,

falta de un apoyo para los brazos o una mala estabilización del cuerpo

sobre la silla.

Sin embargo, estas molestias se pueden reducir con un diseño que

tenga en cuenta las interacciones del usuario con el puesto de trabajo

informático, es decir:

- Los pies con el suelo.

- Manos y brazos con el teclado.

- Los ojos con la pantalla y los documentos que empleamos.

- La espalda y las nalgas con la silla.

Es importante subrayar que, a diferencia de otras funciones de

oficina, el trabajo intensivo en un terminal de ordenador supone

mantener una postura inmóvil durante la jornada de trabajo.

En general, es preferible que las dimensiones se puedan regular

y fijar a voluntad del usuario. Se recomienda, no obstante, cierta

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