A) ALTURA DEL ASIENTO.
Si la silla es demasiado alta: los pies
no apoyan en el suelo, se padece una
presión excesiva bajo los muslos y puede
quedar demasiado alta con respecto a la
mesa.
Si es demasiado baja, origina:
compresión abdominal, dificultad
para levantarse, falta de apoyo en
los muslos y exceso de presión en
las nalgas. Además puede quedar
muy baja con respecto a la mesa.
La solución ideal es disponer de un
margen amplio de ajuste, entre 38 y 54
cm. Si la dimensión ha de ser fija, se
recomienda una altura de unos 42 cm.
Los usuarios de baja estatura deberían
utilizar un reposapiés.
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