GESTION Y POLITICA
participantes deberán aprender a más de un nivel y, por tanto,
información y de su aplicación. Este proceso puede facilitarse a
será necesario utilizar varias técnicas didácticas. Asimismo, los
través del debate en pequeños grupos de colegas.
métodos didácticos deben basarse en sólidos principios sobre el
· Entorno físico. Las instalaciones y los equipos utilizados para la
modo en que los adultos aprenden mejor.
formación deben adaptarse a las necesidades de los alumnos,
de forma que puedan acceder al material visual y trabajar
eficazmente en pequeños grupos.
Principios del aprendizaje de adultos
La forma en que aprenden los adultos difiere de la que es habi-
Ejecución de la formación
tual entre los niños en varios aspectos importantes, debido a que
Debe prestarse especial atención a la selección de los formadores,
afrontan esta tarea contando con una experiencia vital y un desa-
la planificación de la formación y las pruebas piloto. Al elegir los
rrollado concepto de sí mismos. El proceso de aprendizaje consti-
formadores, deben considerarse dos aptitudes igualmente impor-
tuye una experiencia individual que tiene lugar dentro del
tantes: el conocimiento de la materia y la capacidad docente. No
alumno y que depende de su disposición a aprender, de su capa-
todos los que han adquirido los conocimientos requeridos sobre
cidad para relacionar sus propias experiencias con lo que está
salud y seguridad tienen necesariamente tal capacidad. En
aprendiendo y de su percepción del valor de lo aprendido. En
general, es más fácil cumplir la primera condición que la
muchos casos, los adultos escogen libremente su acceso al apren-
segunda. En la mayoría de los centros de trabajo, hay personas a
dizaje y por ello, a diferencia de los niños, participan de forma
todos los niveles que poseen una capacidad docente natural y
voluntaria. No obstante, cuando se imparte formación sobre
tienen la ventaja de conocer el lugar de trabajo y de comprender
salud y seguridad en el lugar de trabajo, puede ser conveniente
los ejemplos prácticos. En el caso del aprendizaje en pequeños
exigir a trabajadores y directivos su asistencia a sesiones de
grupos un "facilitador" puede ocupar el lugar del formador. El
formación sin dejar otra opción. En tal caso, es necesario prestar
facilitador aprende al mismo tiempo que el resto del grupo, pero
especial atención a los participantes tanto en el proceso de identi-
comparte responsabilidades respecto al proceso de aprendizaje.
ficación de las necesidades de formación, como en el diseño del
Deben considerarse varias cuestiones importantes relacio-
programa en sí. El estudio de las necesidades de formación perci-
nadas con la planificación de la formación. Por ejemplo, ésta
bidas por los trabajadores puede ser tan importante como la
debe impartirse en un horario conveniente para los trabaja-
identificación de necesidades en otras áreas. La formación de
dores, en el que las interrupciones sean mínimas. Asimismo,
adultos exige, sobre todo, cambios. Su aceptación depende, como
puede concentrarse en módulos autónomos que permitan espa-
en cualquier cambio, de que el alumno crea que tiene algún
ciarla en el tiempo (así, podría programarse un módulo de tres
control sobre el mismo y de que éste no se perciba como una
horas una vez a la semana). Este enfoque no sólo interfiere
amenaza.
menos en la producción, sino que también permite a los
La investigación ha permitido identificar varios factores que
alumnos disponer de un período entre las distintas sesiones para
facilitan el aprendizaje de adultos:
tratar de aplicar lo aprendido.
· Motivación. Puesto que el aprendizaje es una experiencia indivi-
Todo programa de formación debe someterse a una prueba
dual, los adultos deben querer aprender y darse cuenta de la
piloto antes de su aplicación. Esta medida permite su contraste
importancia de lo que aprenden para sus intereses personales.
respecto a los objetivos perseguidos. En las pruebas piloto deben
· Ver y escuchar. Los adultos tienden a aprender mejor cuando,
participar no sólo los formadores, sino también una muestra
además de oír, pueden ver lo que se está enseñando. Así, en las
representativa de los futuros alumnos.
conferencias debe utilizarse material visual de apoyo, como
Evaluación de la formación
transparencias o diapositivas.
· Práctica. La oportunidad de practicar lo que se enseña facilita el
El fin de la evaluación de la formación es bastante simple;
consiste en establecer si se han alcanzado sus objetivos, y, en tal
aprendizaje. Cuando se explica una determinada técnica (por
caso, si se ha resuelto así el problema considerado al fijarlos. Es
ejemplo, la colocación correcta de un respirador autónomo),
necesario comenzar a preparar la evaluación de la formación ya
debe permitirse a los alumnos practicar por sí mismos. Si el
objetivo consiste en aplicar los conocimientos, pueden utili-
en la etapa de diseño. Es decir, el problema que va a abordarse
zarse ejercicios de resolución de problemas. Los ejercicios prác-
mediante la formación debe estar claro, sus objetivos han de ser
concretos y debe conocerse la situación previa al inicio de la
ticos que permiten a los alumnos experimentar realmente la
formación. Así, si el problema afrontado consiste en un cumpli-
aplicación de conceptos abstractos como el trabajo en equipo
miento deficiente de las prácticas de trabajo seguras en las opera-
constituyen valiosas herramientas didácticas.
· Relación con la experiencia práctica. El aprendizaje resulta más
ciones de manipulación de materiales, y se ha diseñado la
formación para abordar parte de este problema suministrando
sencillo cuando el material pedagógico puede relacionarse
información y proporcionando cualificación, por ejemplo, a los
fácilmente con la experiencia práctica de los alumnos. En este
operarios de carretillas elevadoras, un resultado positivo en este
sentido, los ejemplos utilizados deben estar relacionados, en la
caso consistirá en conseguir un alto grado de cumplimiento de las
medida de lo posible, con procesos de trabajo conocidos para
prácticas de trabajo seguras y apropiadas.
los alumnos.
· Participación en el proceso de aprendizaje. Los adultos deben saber
La evaluación de la formación puede llevarse a cabo a varios
niveles. En un primer nivel, se estudian las reacciones de los
desde el principio cuáles son los objetivos del aprendizaje y
alumnos al programa de formación. ¿Les ha gustado el
tener la oportunidad de comparar el contenido de las lecciones
programa, el monitor, el material del curso?; ¿se han aburrido?;
con dichos objetivos.
· Retroinformación. Los adultos necesitan disponer de retroinfor-
¿consideran que han aprendido algo? Este enfoque puede ser
útil al evaluar la percepción de los alumnos respecto al valor del
mación sobre sus propios resultados (sobre la bondad de su
programa. La mejor forma de realizar estas evaluaciones
actuación), además de un apoyo positivo.
· Probar ideas. La oportunidad de probar y desarrollar ideas
consiste en administrar una encuesta de actitudes, aunque no
por el monitor del curso. Es improbable que los participantes
forma parte del proceso individual de interiorización de nueva
18.7
18.7