Para que la careta o mascarilla sean efectivas es necesario:
· Que cubra perfectamente la boca y la nariz, estando totalmente
ajustada.
· Que se lleve puesta cada vez que se trabaje con plaguicida tóxico,
muy tóxico y en cualquier tarea (mezclas, llenado de tanques, aplica-
ción, etcétera).
· Que se lave todos los días al acabar el trabajo.
· Que se guarde en sitio limpio cuando no se use.
· Que se reemplace cuando se deforme o se rompa.
El cartucho hay que cambiarlo según indiquen las instruccio-
nes del fabricante y con mayor frecuencia si aparece dificultad de
respiración a su través, porque eso suele deberse a obstrucción por
saturación del filtro.
Protección de los ojos
· Siempre es necesario proteger los ojos de cualquier salpicadura, va-
por, polvo, etcétera, pero hay que tener especial cuidado cuando se
trate de productos químicos que puedan ser corrosivos, tóxicos o
muy tóxicos. Muchos plaguicidas pueden ser irritantes y algunos lle-
gan a producir lesiones graves en la vista, incluso ceguera.
· Es necesario protegerlos particularmente cuando se trata de pulveri-
zar lugares altos y en operaciones de alto riesgo como trasvase o
mezcla de productos, por la posibilidad de salpicaduras.
· La protección de los ojos se realizará mediante el empleo de gafas o
pantallas transparentes. Cuando se trabaje con vapores, gases o pol-
vo fino, deberán ser cerradas o bien ajustadas a la cara. La gorra o el
sombrero de material impermeable ayudan también a proteger los
ojos al tratar zonas altas.
Gran parte de las recomendaciones expuestas se limitan a
recoger y aplicar, de forma específica para el trabajo con plaguicidas,
lo que de forma general ordena la legislación en materia de seguri-
dad y salud en el trabajo, es decir, son medidas de obligado cumpli-
miento tanto por los trabajadores que deben utilizarlas, como por los
empresarios que deben facilitar la información y los medios necesa-
rios. Se explican en la Unidad dedicada a Legislación.
2. Conducta a seguir en caso de intoxicación por plaguicidas
Si en cualquier momento, la persona que utiliza plaguicidas
comienza a notar algún tipo de molestias como mareos, náuseas, hor-
migueos, pérdidas de fuerza, dolor de cabeza... que pudieran estar
relacionadas con la actividad que está realizando, no debe seguir tra-