Protección de los pies
· Las piernas y los pies se mojan fácilmente durante los tratamientos o
por el contacto con los objetos tratados. La mejor protección consis-
te en llevar botas, de goma u otro material impermeable, lo más altas
posible y ajustadas en la parte de arriba, de forma que evite la entra-
da de producto.
Como las demás prendas de protección, calzado y calcetines
también deben ser lavados después de cada aplicación en la que
hayan podido impregnarse de producto.
Protección de las manos
· Siempre que se manejen plaguicidas hay que prestar atención a la
protección de las manos y, en especial, los trabajadores que
manipulen plaguicidas concentrados, es decir, aquellos que los
trasvasan o mezclan.
· Los guantes tienen que ser de material impermeable, resistente a
los productos a utilizar, de caucho, de goma, de neopreno, etc.,
estar en buen estado, ser totalmente cerrados, sin agujeros y lo
suficientemente largos para que las mangas recubran el comienzo
de los mismos.
· Las manos deben lavarse siempre después de manejar plaguicidas,
aunque se hayan llevado los guantes puestos.
· Una vez acabada la tarea, hay que lavar los guantes, por dentro y por
fuera, poniéndolos a secar con los dedos en alto.
Protección de la nariz y la boca
· Por ser la entrada por la vía respiratoria tan importante, es indispen-
sable la protección frente a la inhalación de plaguicidas en forma de
gas, vapor, partículas o polvo. Si el producto no es tóxico ni muy tóxi-
co ni está en forma de gas, se debe utilizar mascarilla, teniendo cui-
dado de que no se moje. Si se ha mojado, hay que cambiarla, si no es
desechable, lavarla bien antes de volverla a usar.
Las mascarillas de papel son desechables, no para volverlas
a usar y menos cuando se han mojado, porque aunque se sequen
parte del producto quedará durante un tiempo y al volver a utilizarlas
se producirá la absorción
· Si se utiliza un plaguicida tóxico o muy tóxico, es obligatorio ponerse
careta o mascarilla con cartucho que retenga el producto del aire que
se respira. Para ciertos plaguicidas existen filtros específicos (sólo pa-
ra ellos o para un grupo químico) que son los mejores y, a veces, los
únicos que protegen.