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PESTICIDAS

b) El olor y el color. Son fundamentales para la detección de los produc-
tos y, por tanto, para tener más posibilidades de evitarlos. De hecho,
hay productos a los que obligatoriamente se les adiciona lo que se
llaman "avisadores"; es el caso de la cloropicrina como avisador del
bromuro de metilo.
Las propiedades físico - químicas de los plaguicidas varían
con el tiempo, por la acción de la temperatura y hasta por la luz,
pudiendo transformarse unas sustancias en otras que pueden resul-
tar más tóxicas. Éste es uno de los motivos de la importancia de la
fecha de caducidad de los productos.
· Ingredientes inertes, adyuvantes y aditivos: cada plaguicida suele
ser un conjunto de sustancias, algunas de las cuales, como los adyu-
vantes y demás materiales utilizados para mejorar el producto, contri-
buyen a modificar la toxicidad de los plaguicidas, y aunque no suelen
ser tan tóxicos como la sustancia activa también deben tenerse en
cuenta. Son sustancias químicas como alcoholes, cetonas o hidro-
carburos que pueden dañar al hombre. Algunos de estos ingredien-
tes, incluso los denominados inertes, podrían ser responsables de
problemas de salud, como es el caso de las alergias.
No todos ellos figuran en la etiqueta del producto, porque
legalmente sólo hay obligación de detallar aquellas sustancias que
se encuentran en concentraciones superiores a los límites fijados.
En otro sentido, estas sustancias son las que hacen diferentes,
sobre todo en cuanto a toxicidad y eficacia, a los productos con las
mismas sustancias activas e igual concentración, viéndose en la apli-
cación que a pesar de esas semejanzas, los resultados son distintos.
· Impurezas. Podrían formarse impurezas durante el proceso de fabri-
cación o durante el período de almacenamiento como consecuencia
de la interacción entre los componentes del producto, a causa de la
humedad, de temperaturas elevadas, etc.
Además de los controles de calidad establecidos por la
Administración, son los propios fabricantes los primeros interesados en
que sus productos no incluyan impurezas que puedan ocasionar pro-
blemas, estableciendo unos estrictos controles de calidad, aunque sólo
sea por preservar el gran valor que tienen de empresa y de marca. Esos
controles no están garantizados cuando los productos no son legales.
En otros casos los productos más tóxicos se forman como
consecuencia de una manipulación inadecuada de las preparaciones
(por ignorancia, adulteración...) e incluso por la utilización de disol-
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