<<  <  >  >>
PESTICIDAS

2. Trabajo agrícola y salud
Esteban Buedo, Valentín
El trabajo de la tierra no se ha hecho siempre igual. Hace tan
sólo unas décadas comenzó un cambio trascendental en el modo de
producción agrícola. La agricultura que podría denominarse tradicio-
nal, existente hasta entonces, que se servía de los elementos natura-
les (agua, sol, tierra, estiércol...) y casi se autoabastecía, poco a poco
dejaba paso a otra, la llamada agricultura moderna, dependiente de la
industria y más parecida a ella en su proceso productivo. Comenzaban
a utilizarse de forma creciente sustancias y otros elementos tecnológi-
cos nuevos, principalmente maquinaria y productos químicos (plagui-
cidas, fertilizantes...) cada vez más sofisticados.
Estas transformaciones hacia una economía más artificial,
que hoy aún continúan, han supuesto ya mejoras indudables:
· Se ha disminuido la dependencia de las condiciones naturales (riego
artificial, invernaderos, máquinas...).
· Se han reducido los esfuerzos físicos en el trabajo (tractores, máqui-
nas cosechadoras...).
· Se ha incrementado enormemente la producción de alimentos (fertili-
zantes, plaguicidas...).
Por tanto, en poco tiempo, se han modificado de forma
considerable: el trabajo en el campo, la alimentación y el medio
ambiente, con la importancia que estos tres factores tienen para la
salud de toda la población y, por supuesto, en este caso, más aún
de los agricultores.
Sobre la alimentación, en la Comunidad Valenciana con una
producción destinada en su mayor parte al consumo humano, es
indudable que la mayor disponibilidad de alimentos ha mejorado
mucho la nutrición entre nosotros, no siendo ya problema la canti-
dad, sino la calidad de los productos conseguidos y, más concreta-
mente, su posible deterioro con residuos de las sustancias químicas
utilizadas en la producción. Residuos que pueden llegar a los con-
sumidores, desconociéndose en la mayoría de los casos su existen-
cia y, por tanto, el riesgo que para la salud podrían suponer.
Respecto al trabajo, estos cambios han hecho variar los
denominados factores de riesgo para la salud a los que se ven some-
tidos los agricultores como consecuencia de sus actividades labora-
les. Han pasado de estar sometidos predominantemente a factores
de riesgo de tipo físico (cambios climáticos, posturas forzadas,
polvo...) e infeccioso (gérmenes productores de tuberculosis, téta-
104