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Juan Carlos Asinsten -
Guía del docente-contenidista
Producción
de
contenidos
para
Educación
Virtual
Música descriptiva es aquella que por su forma de composición
y sus características tímbricas nos proporciona la sensación de un efecto
o situación natural. El viento, la lluvia, el fuego, los pájaros, un paisaje,
un lugar determinado, una época y otras circunstancias ambientales
exentas de sentido anímico o argumento dramático emocional son
motivos que esta música puede describirnos a través de sensaciones
auditivas.
Beltrán Moner (1991)
Ejemplos de música objetiva serían las necesarias para acompañar situa-
ciones de un guitarrista tocando, una radio encendida, un reproductor de dis-
cos de cualquier tipo, etc.
Desde el punto de vista de la producción multimedia nos interesa particu-
larmente la música subjetiva, que nos ayuda a crear clima en determinados
momentos.
Sin necesidad de convertirnos en especialistas en sonorización, podemos
trabajar recurriendo a nuestra experiencia cultural, como consumidores de
comunicación audiovisual. Todos vemos cine y televisión, y tenemos expe-
riencia de cómo es la música «de suspenso», «de terror», «romántica», etc.
Siguiendo (parcialmente) a Beltrán Moner, algunas recomendaciones so-
bre lo que no conviene hacer, cuando seleccionamos música para ambientación
en multimedia.
No utilizar música muy conocida. No sólo por la
n
obviedad de la selección (pecado nada grave en diseño de
comunicación educativa), sino, sobre todo, porque es más
probable que para muchos usuarios finales conlleve aso-
ciaciones fuertes no controlables.
Por otra parte, la música conocida es un elemento distractor,
ya que refiere a otras circunstancias (aquellas en las que fue
conocida).
Tópicos. «aquellas músicas standarizadas que se utilizan siem-
n
pre en lugares comunes» (Beltrán Moner). Por ejemplo, la
marcha nupcial en las bodas, etc.
El mismo comentario que para la música muy conocida: no es
tan terrible alguna cuota de obviedad. Tener en cuenta el tema,
si entre los objetivos del diseño figura el obtener un producto
original.
Música folclórica. Utilizarla con cuidado, dependiendo del
n
público al que está destinado. Tratar de utilizar versiones
estilizadas y no demasiado típicas, salvo que la escena lo
requiera.
No utilizar sólo música de época. La ambientación no tiene
n
porqué atarse a la música producida en el período en que
transcurre la escena, salvo como recurso reforzador de la tem-
poralidad.
No utilizar música cantada como fondo. Como ya señala-
n