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Juan Carlos Asinsten -
Guía del docente-contenidista
Producción
de
contenidos
para
Educación
Virtual
A los fines de preservar las relaciones del docente con sus
estudiantes, la responsabilidad puede derivarse al coordina-
dor de la plataforma o WebMaster.
Participación de regulación. Para el caso que el se aleje de la
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temática por caminos intrascendentes.
No todo alejamiento de la temática es por sí mismo negativo.
Puede ser la oportunidad de encauzar el intercambio a otras
cuestiones. Hay que tener presente que cuando en un grupo
la mayor parte de desvía del tema, es porque ese nuevo enfo-
que le resulta más interesante o atractivo. Será decisión del
docente (pedagógica, no disciplinaria) si reencauza el debate,
si abre un nuevo foro con el nuevo tema o si estimula el nuevo
debate en reemplazo del que convocó inicialmente.
Participación de cierre.
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Habitualmente, toda opinión del docente sobre el contenido
del debate cierra el mismo. Lo clausura. Es muy fuerte la cul-
tura de «el que sabe es el docente», quien tiene, por tanto
la última palabra. Esto significa que el docente debe abste-
nerse de participar antes de tiempo.
Pero, una vez agotado el debate (cuando ya no queda nada
que decir, o no hay nadie que diga nada), suele ser convenien-
te una intervención que redondee las conclusiones. Mucho
mejor si rescata los conceptos que fueron vertiendo los pro-
pios participantes.
Los enemigos de los foros exitosos
La vergüenza. Se escribe «en público». Los otros (a quienes a
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veces conocemos poco) leerán lo que escribimos. La vergüen-
za inhibe.
¿Cómo se combatimos la vergüenza? Escribiendo. Animán-
donos. Esforzándonos por ser coherentes con la idea de bus-
car las respuestas entre todos.
La especulación. Algunos estudiantes trabajan pensando en
n
«la nota», «zafar». Antes de escribir especulan con «qué pen-
sará el profesor». Esperan a ver qué escriben los otros para
ver «cómo viene la mano» y participar glosando otras inter-
venciones. Claro que los docentes pueden reconocer estas
conductas. El docente controla la calidad de la participación,
pero también valora quienes son los que participan al princi-
pio, cuando recién empieza el debate.
El formalismo. El foro es un espacio de confrontación de ideas.
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No se confronta para «ganar» la discusión sino para buscar
respuestas acertadas. Pero no hay aprendizaje sin conflic-
to. Sin poner en duda lo que se afirma. Sin controversia.
Es necesario que los alumnos comprendan que la crítica a una idea o plan-