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Juan Carlos Asinsten -
Guía del docente-contenidista
Producción
de
contenidos
para
Educación
Virtual
dar que la ironía debe ser suficientemente clara, ya que no contamos con el
tono de voz para destacar el carácter de tal. Y los chistes o bromas no deben
resultar ofensivos para nadie. No olvidar que lo que está en juego es un pro-
ceso educativo y no nuestra capacidad como humoristas.
LA FORMA DE TRATO
Al escribir, en algún momento hay que decidir el modo que el autor se
dirigirá al lector.
Muchos autores optan por un modo impersonal. En el texto nadie le
habla a otro nadie. No hay emisor identificado (los verbos están en infinitivo,
sin sujeto de las acciones), las cosas suceden (o sucedieron)... En fin, este tipo
de textos neutros evitan cualquier compromiso del autor (si no está dentro
del texto no puede opinar) y como relato externo resulta frío y poco motiva-
dor. Algo así como si el docente presencial diera su clase de espaldas a los
estudiantes, y sin dirigirse a ellos en ningún momento. Holmberg, uno de los
primeros en analizar la educación a distancia la llamó diálogo mediado. Y el
diálogo exige personas que dialoguen. Por todo esto (y mucho más) nos pare-
ce muy inconveniente este tipo de tratamiento (no hay trato).
De las formas personalizadas de trato, tenemos variantes:
Tratar al lector de usted.
n
Tratar al lector de vos (modo argentino) o tú.
n
Describir al lector como ustedes.
n
Dirigirse al lector como nosotros (el autor se incluye)
n
El trato personalizado, individual, establece un modo esencialmente
dialogal. El profesor se dirige directamente al alumno, en forma explícita y sin
ambigüedades. Es una de las formas que nos parecen adecuadas.
El tuteo, que en la modalidad argentina, se convierte en voseo, presenta algu-
nas dificultades. El cambio en la grafía de los verbos, que en la oralidad es habitual,
queda muy desagradable en las formas escritas: el «tú debieras» se convierte en
«vos deberías» o «vos debés». No nos parece recomendable en las formas me-
diadas de relación (aunque sean válidas y habituales en la educación presencial).
El plural, para el lector, tiene un toque de «irrealidad». El lector está
solo. No es parte física de un colectivo de aprendizaje en el aula. No es lo
mismo escribir ustedes en un foro virtual, en un mail colectivo, donde la figu-
Cuando se utilice el
ra ustedes es real, que en un texto que casi siempre es leído individualmente
«nosotros»en el texto, en el
(con mucha más seguridad en educación virtual). De elegirse la segunda per-
momento de redactar
consignas, será necesario
sona, nos parece mejor el singular usted.
cambiar de voz. Entonces
Nuestra preferencia se inclina decididamente por el nosotros. El nosotrs
puede pasarse al modo
incluye al alumno y al profesor. Que el autor se incluya en el texto permite
impersonal (verbos en
infinitivo): por ejemplo
compartir preguntas y dificultades. Compartir obligaciones. Elude los ver-
«Hay que escribir...» o
bos en modo imperativo. Nosotros incluye, además del alumno y el profe-
«se deberá
sor, al resto de los alumnos que comparten el curso, la cátedra, la carrera,
completar...».
ausentes del diálogo, pero pertenecientes al colectivo de aprendizaje que se
manifiesta en otros momentos y lugares (foros, por ejemplo).