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FORMADOR

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Juan Carlos Asinsten -
Guía del docente-contenidista
Producción
de
contenidos
para
Educación
Virtual
Como al emprender cualquier camino, un paso seguirá a otro y, antes de
que nos demos cuenta, estaremos avanzando con toda la velocidad que nues-
tra experiencia de escritores nos permita (acotada, claro está, por la habilidad
con que manejemos el teclado de la computadora).
Nuestra brújula será (debe ser) el tener siempre presente para
qué escribimos: no para lucimiento personal, no para demostrar
cuánto sabemos y qué bien podemos expresarlo, no para deslum-
brar a nuestros colegas. Escribimos para ayudar a nuestros alum-
nos a aprender. Ése es nuestro norte y lo que marca la diferencia
entre un buen o mal docente-contenidista.
Escribir para la comprensión
Como ya hemos visto en el capítulo referido a la comprensión de textos,
comprender no es lo mismo que aprender, pero es una condición previa in-
eludible: nadie puede aprender lo que no comprendió. Escribir para la com-
prensión es, entonces, el primer requisito que debe cumplir el autor de textos
educativos. Analizamos tres componentes de la comprensión de textos, rei-
terando lo que vimos en el capítulo mencionado, para enmarcar las recomen-
daciones que surgen de ellos.
El léxico
n
La gramática
n
Las proposiciones
n
EL LÉXICO
«Los sonidos (...) que para el Maestro son Palabras, por-
que significan, para el discípulo no pasan de ser simples
sonidos... Y si sobre signos sin significados se le dan, por
significados, otros signos ¿cómo le quedará la cabeza?»
Simón Rodríguez, educador venezolano (1771-1854)
Citado por Prieto Castillo
Las «palabras difíciles» son el primer obstáculo para la comprensión. Las
palabras difíciles son, para el lector, aquellas que no forman parte de su voca-
Siempre se construyen
hipótesis interpretativas,
bulario habitual, o cuyo significado desconoce.
se entiendan o no las
Como ya vimos, la comunicación sólo puede establecerse utilizando los
palabras. Para no generar
esas hipótesis es necesario
códigos comunes a emisor y receptor. Cuando el lector encuentra en el texto
un esfuerzo especial, que
una palabra que no conoce o entiende, habitualmente la suprime en el proce-
establezca la conciencia
so de comprensión de la proposición en la que está incluida. Si esa palabra es
de la no comprensión.
esencial para comprender el significado de la proposición, lo más probable es
que el lector comprenda erróneamente el sentido del texto, o no lo com-
prenda en absoluto.
Sólo los lectores expertos y motivados recurren a glosarios o dicciona-
rios para descifrar textos. De cualquier manera, abandonar la lectura para re-
visar un glosario o diccionario, significa perder el hilo de lo que se estaba
leyendo y es un elemento fuertemente distractor.