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Juan Carlos Asinsten -
Guía del docente-contenidista
Producción
de
contenidos
para
Educación
Virtual
soporte para incluir las consignas de trabajo para un período determinado.
La frecuencia puede ser semanal o quincenal, dependiendo de la estructu-
ra de la materia o curso, y de la experiencia de los estudiantes como tales.
Estudiantes más experimentados trabajan con más autonomía. Los menos ex-
perimentados necesitan más ayuda. Si en la institución, carrera, o curso, se
utiliza el formato de clase virtual, las consignas pueden incluirse en éstas,
pero sólo cuando son necesarias. La periodicidad (el ritmo) la establece la
clase.
Elegir las palabras
El lenguaje del pensamiento ayuda a los alumnos a organizar y co-
municar su propio pensamiento con mayor precisión e inteligencia.
Las palabras son instrumentos de precisión. Crean categorías con las
cuales pensar, categorías para aplicar no sólo a la información recdibida
sino también al propio pensamiento.
Tishman, Perkins, Jay (2006)
Las consignas en educación virtual no sólo deben pautar las tareas a reali-
zar. Resulta muy conveniente que ayuden a pensar, a organizar el pensamiento
alrededor de las tareas propuestas. Es importante, en ese sentido, la elección
de las palabras que se realiza al redactar las consignas.
Por ejemplo, no es lo mismo pedirle al alumno que explique algo, que lo
demuestre, o que describa qué cree al respecto.
Muchas veces, en la vorágine del trabajo cotidiano, utilizamos las palabras
con ligereza, considerando sinónimos palabras que no lo son, con el consi-
guiente empobrecimiento de las funciones de guía que tienen las consignas.
En muchos casos, el texto de la cosigna deberá aclarar, explicar, el sentido
con que se utilizan ese tipo de palabras.
En el trabajo citado más arriba, Tishman, Perkins y Jay proporcionan un
vocabulario del «lenguaje del pensamiento», así como sugerencias y reco-
mendaciones para trabajar en una «cultura del pensmiento». El tema es consi-
derablemente extenso y sólo lo planteamos como referencia.