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FORMADOR

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Juan Carlos Asinsten -
Guía del docente-contenidista
Producción
de
contenidos
para
Educación
Virtual
tarían ser establecidas con carácter obligatorio. En consecuencia, el docente
deberá evaluar y producir la consiguiente devolución.
A la vez, la entrega regular de actividades obligatorias funciona como or-
ganizador de los tiempos, impidiendo dejar para último momento las ta-
reas de estudio, como vimos en el apartado anterior.
Los saberes previos
En varios lugares de esta Guía nos hemos referido, o nos referiremos, a la
importancia de los saberes previos en el proceso de aprendizaje. En efecto: lo
que ya se sabe es el andamiaje sobre el que se construyen los nuevos sabe-
res. Pero también es necesario incluir en el análisis que lo que ya se sabe,
que habitualmente llamamos conocimiento vulgar, puede ser muchas veces
erróneo e, incluso, contrapuesto al conocimiento científico sobre el tema de
que se trata.
La persistencia de este conocimiento vulgar o pre-científico, aún des-
pués de un proceso de aprendizaje en el que supuestamente debería haber
sido desplazado o modificado, es un problema complejo, sobre el que se
discute bastante. Pero es mucho más importante en los adultos, cuyos saberes
fueron consolidándose durante años y resultan mucho más refractarios a cual-
quier modificación. Existen evidentemente mecanismos emotivos que con-
tribuyen a mantener la estabilidad de los conocimientos adquiridos
(independientemente de la calidad de los mismos).
Carretero (1997) da cuenta de que
«son muy conocidos los trabajos que muestran cómo los adultos,
incluso de niveles educativos altos, cometemos frecuentemente sesgos
en tareas no demasiado difíciles. Es decir, aplicamos procedimientos
heurísticos que suponen el mantenimiento de nuestra teoría inicial y
no la posibilidad de que se produzca una situación que la contradiga»
y más adelante recomienda:
«Así, se supone que si la enseñanza no diseña un dis-
positivo didáctico de índole cognitiva para favorecer el
cambio conceptual, de tal manera que esas ideas sean
sustituidas por otras más correctas, las ideas primitivas
permanecerán en la mente del alumno».
proponiendo dos estrategias para ello:
Creación de un conflicto cognitivo, al contra-
n
poner las ideas iniciales del estudiante con la teo-
ría y experiencias prácticas que demuestren la
incorrección de las ideas previas.
Partir de las ideas previas e ir llevando, mediante
n
recursos metafóricos, a las nuevas ideas.
Carretero puntualiza en otro trabajo (1993) que el conflicto
cognitivo no resuelve automáticamente el cambio conceptual,
recomendando no sólo utilizar procedimientos para que el alum-
no descubra las cuestiones, sino ayudando a desnudar las contra-
dicciones, o explicitando en algunos casos la solución a las mis-
mas y las estrategias para enfrentar ese tipo de problemas. Ni