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Juan Carlos Asinsten -
Guía del docente-contenidista
Producción
de
contenidos
para
Educación
Virtual
En este apartado nos referimos a los espacios léxicos o «capital léxico». Pero
ocurre que la reconstrucción de significados es (como señalamos antes) un
proceso individual e intransferible, donde pesa el conjunto de experiencias
personales de cada persona. Desde luego que hay una base «de dicciona-
rio» más o menos común a toda comunidad lingüística, lo que nos permite
comunicarnos. Pero también las experiencias personales «impregnan» la re-
construcción de significados pudiendo establecer sentidos diametralmente
opuestos a los de la intención comunicativa. Dos anécdotas reales para ilustrar
esto:
Hace algunos años, en trabajador social elaboraba con un grupo
de pobladores de un barrio precario, una lista de reivindicaciones.
--- Debemos exigir viviendas dignas.., Propuso.
Uno de los presentes le contestó, ofendido:
--- Mi vivienda será humilde, pero es muy digna!
Evidentemente, aunque ambos compartían el mismo signo (digna) y pa-
recidos significados, el trabajador social utilizaba la palabra en un sentido
aproximado a «como toda persona se merece», mientras que el vecino enten-
día que la dignidad era algo así como un atributo familiar que poco tenía que
ver con la dimensión material de su vivienda.
Un docente, en una clase para micro-emprendedores:
--- Lo importante es construir un nicho propio...
Una señora, con cara de visible espanto:
--- Yo soy todavía joven, para pensr en mi nicho...
La misma palabra (nicho), que para el docente refería a un posicionamien-
to comercial muy singular, su alumna lo asoció con la muerte y los nichos de
los cementerios.
El receptor
«Cuando me comunico lo hago para otro ser humano. El otro es
la condición de cualquier acto de comunicación. Comunicar es comu-
nicarse con alguien. Aún cuando escribo como si lo hiciera sólo para
mí, mis palabras se dirigen a alguien. En toda comunicación hay siem-
pre un interlocutor. Diferenciado, es verdad, porque uno
no habla para la humanidad, sino para ciertos seres a los
que busca llegar».
Prieto Castillo (1999)
Nunca será suficiente lo que insistamos en cuanto a tener pre-
sente estas ideas, que Prieto Castillo escribe con verdadera pasión.
El otro, el receptor, el destinatario del material didáctico que ela-
boramos los docente-contenidistas. Necesitamos conocerlo, acer-
carnos a él, saber qué piensa, qué sabe, que siente. Y eso no es para
nada sencillo.
Una pregunta que formula todo docente cuando se inicia en esta
tarea profesional de producir contenidos para educación virtual es:
¿cómo son los alumnos? ¿qué saben? ¿qué nivel cultural tienen?