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Juan Carlos Asinsten -
Guía del docente-contenidista
Producción
de
contenidos
para
Educación
Virtual
Pero si se trata de un docente y un alumno de poca edad, podríamos tener
la situación que sigue, en la que el docente sólo puede usar una parte muy
pequeña de su «capital léxico» para comunicarse con su alumno.
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1) Campo léxico alumno,
no compartido.
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2) Campo léxico docente,
no compartido.
3) Campo léxico
compartido.
La parte del campo léxico no compartida por el alumno tiene que ver con
su cultura familiar, con la de sus juegos individuales y grupales (con otros chi-
cos). Mientras que la del docente, es producida por su mayor cultura general
y los conocimientos referidos a la disciplina de su especialidad, conocimien-
tos que se expresan en palabras específicas.
El gran desafío docente es poder comunicarse con sus alumnos en el
relativamente pequeño espacio de códigos compartidos.
Cuando el docente y su alumno (en este modelo individual) provienen de
espacios culturales diferentes, el desafío crece notablemente.
La conclusión importante es que cuando intentamos comunicarnos con al-
guien (un alguien individual o colectivo) tenemos que tratar de utilizar sólo los
signos que sabemos (o suponemos) pertenecen al espacio compartido. De
lo contrario el resultado será que la comunicación no se producirá, al no po-
der decodificar el mensaje el receptor. Cuando un docente dice dice:
«no entiendo qué sucede, por qué no comprenden la consigna, si
allí dice claramente tal cosa...»
...posiblemente está padeciendo el resultado de haber infringido esta regla
esencial de la comunicación: usar el sistema de códigos común, compartible,
compartido. No es suficiente que allí diga. Es necesario que los destinatarios
de esa consigna estén en condiciones de decodificarla y reconstruir el sentido
original.
Y esto nos lleva nuevamente al tema de reconstrucción de sentidos, o
comprensión.