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Juan Carlos Asinsten -
Guía del docente-contenidista
Producción
de
contenidos
para
Educación
Virtual
todos los estudiantes la igualdad de oportunidades real. No es un tema
menor. Por ejemplo, en las carreras vinculadas a las ciencias sociales es muy
común que los docentes soliciten la lectura de decenas de libros, o partes
específicas de los mismos. Esto tiene que ver con el tipo de contenidos y no
con la modalidad.
Los estudiantes a distancia residen, muchas veces, lejos de los
n
grandes centros urbanos. Tomando la realidad de la Argenti-
na nos encontramos con que, salvo en las grandes capitales de
provincia (y no todas), el acceso a libros científicos y técnicos
resulta muy problemática, cuando no imposible.
En la enseñanza presencial, el tema del costo de la bibliogra-
n
fía es resuelto en la mayor parte de los casos mediante foto-
copias de los capítulos necesarios de cada obra. Muchas ve-
ces los centros estudiantiles se ocupan de sistematizar y orga-
nizar la circulación de este tipo de materiales. El estudiante a
distancia no cuenta con esas facilidades.
Es fácil comprender que el problema de entregar todo el material se
facilita (no sólo en términos de costos) si los mismos son de producción pro-
pia de la institución organizadora del curso o carrera.
MATERIALES DE TERCEROS
No siempre es posible utilizar sólo materiales de producción y edición
propia. Por ejemplo, un curso de literatura comparada requiere, necesaria-
mente, los textos literarios a comparar... Por lo tanto, el utilizar material di-
dáctico o materiales de terceros es perfectamente válido, siempre que se res-
peten determinadas cuestiones:
Que la proporción de material didáctico propio sea la acor-
n
dada en el diseño de la carrera, materia o curso de que se
trate. El criterio general debería ser que los materiales de ter-
ceros sean complementarios, accesorios al material didác-
tico elaborado especialmente.
Respetar los derechos de autor. Los materiales di-
n
dácticos están protegidos por las leyes de derechos de
autoría. Para utilizarlos es importante contar con la au-
torización del autor o los editores. Esto incluye el ma-
terial publicado en Internet.
Si el material está publicado en Internet puede ser preferible
indicar el link (acceso) para que cada estudiante pueda obte-
nerlo por sí mismo.
Escribir una guía detallada de «lectura». Esa guía debería con-
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tener al menos la indicación del porqué se incluye ese mate-
rial entre los obligatorios y cuál es el aporte del autor en la
temática abordada. Y puede ser conveniente, también, acon-
sejar acerca de qué cuestiones atender especialmente. Es de-
cir, lo mismo que hace un profesor en clase cuando recomien-
da un libro, una película o cualquier otro contenido que con-
sidera de interés para sus alumnos.