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FORMADOR

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Juan Carlos Asinsten -
Guía del docente-contenidista
Producción
de
contenidos
para
Educación
Virtual
En paralelo, la educación superior comienza a replantearse la calidad de
la enseñanza que se imparte en terciarios y universidades. La masividad ya no
alcanza para explicar las dificultades de aprendizaje que se manifiestan en esos
niveles educativos. Comienza a ponerse en cuestión el modo de enseñar
(y aprender) y tímidamente comienza a hablarse de una pedagogía de la ense-
ñanza superior.
Contenidistas y tutores
Las funciones de los docentes contenidistas y/o tutores varían según el
modelo de educación virtual adoptado por las instituciones.
La que aparece más clara y homogénea es la función del contenidista: pre-
parará el material didáctico y, en muchos casos, diseña la mayor parte de las
actividades de aprendizaje. En algunas circunstancias, en instituciones grandes,
cumplirá funciones de titular de la cátedra, pero sin tomar tareas tutoriales di-
rectas. Esto tiene más que ver con la persistencia de modos de la educación
superior presencial, que con un diseño adecuado a las nuevas modalidades.
En algunas instituciones la función tutorial se reduce a atender consultas
administrativas o funcionales (pedidos de prórroga...) y, en el mejor de los ca-
sos, contener y estimular a los alumnos en su cursado. En otras se presupone
que atiende también consultas académicas (sobre los contenidos). En estas
situaciones es requisito que el docente-tutor sea también un especialista en
los contenidos de la asignatura.
Aunque pareciera darse como presupuesto que los roles de contenidista y
tutor los pueden cubrir personas diferentes, creemos que eso no resulta con-
veniente por varias razones.
Los contenidos no son verdades absolutas. Reflejan siem-
n
pre posiciones ideológicas, doctrinarias con respecto al tema
que tratan. Si el tutor difiere con esas posiciones, se vería ante
la disyuntiva de:
Renunciar al cargo, perdiendo así su empleo.
l
Sufrir la violencia moral de promover ideas u opinio-
l
nes que no comparte (lo que hará mal, seguramente).
Responder burocráticamente a las consultas sobre con-
l
tenidos.
Diferenciar su opinión de la del docente contenidista.
l
Esto en sí no es necesariamente malo, ya que la con-
troversia es un importante motor de actividades cog-
nitivas que llevan a mejores aprendizajes, pero depen-
de del modo en que se planteen las divergencias.
El desarrollo de las asignaturas incluye metodologías didác-
n
ticas. El tutor puede no coincidir con esas estrategias o con
las actividades diseñadas. Seguramente no las llevará adelante
con la convicción necesaria.
Aparece un problema ético: ¿de quién es la cátedra? ¿Quién
n
es el docente de la materia?