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PESTICIDAS

En España no existen estadísticas fiables, pero estudios par-
ciales ponen de manifiesto las altas incidencias de estas intoxicacio-
nes y la rapidez con que surge el problema al iniciarse las campañas
de tratamiento. En la Comunidad Valenciana, al igual que en otras
Comunidades, se supone que se dan gran número de intoxicaciones
leves, que no son reflejadas en los partes de accidentes de trabajo o
de enfermedades profesionales como tales, bien por ignorancia del
intoxicado o por las dificultades para diagnosticar del facultativo que
lo atiende, si es que acude a algún centro sanitario.
Es importante conocer cómo se manifiestan las intoxicaciones
por los productos con los que se trabaja, para al menos poder atajar-
las en cuanto se inicien, evitando así que la gravedad aumente.
El tiempo que pasa desde el contacto con el plaguicida hasta
la aparición de los síntomas varía mucho de unos casos a otros,
dependiendo del tipo de producto, de la vía de entrada, etcétera,
yendo desde pocos minutos hasta días.
Los síntomas de las intoxicaciones agudas son muchas veces
confundidos por el propio trabajador y, a veces, hasta por el médico,
con otras enfermedades. Además, la mayoría de los productos quí-
micos y, por supuesto, los plaguicidas producen unos cuadros clíni-
cos que, al menos al comienzo, se parecen. Suelen comenzar con sín-
tomas tales como: sensación de malestar, náuseas, mareos, dolor de
cabeza, molestias digestivas, debilidad..., tratándose entonces de una
intoxicación aguda leve. Si aumenta la gravedad del cuadro, esta-
mos ante una intoxicación aguda moderada, que se manifiesta por
mayor malestar, visión borrosa, náuseas más intensas que provocan
vómitos, temblores musculares, calambres y dolores abdominales,
sudoración profusa, diarrea, etcétera.
Si el caso es más grave, se produce la llamada intoxicación
aguda grave, con síntomas abdominales agudos (dolor cólico, diarrea,
incontinencia de heces y orina) frialdad, palidez y sudoración intensa,
síntomas respiratorios (espasmos bronquiales y posible edema de pul-
món), pérdida de conciencia, convulsiones y otros, que pueden llegar
al estado de coma y a la muerte. En este tipo de intoxicaciones graves,
aunque se produzca la recuperación, el pronóstico está ensombrecido
por la posible aparición en algunos casos de parálisis tardías de las ex-
tremidades, consecuencia de las lesiones nerviosas producidas, o in-
cluso lesiones en otros órganos que pueden ser irreversibles.
A la secuencia de alteraciones citada, que es común para gran
parte de las intoxicaciones, sobre todo agudas, suele asociársele en el
caso de algunos productos, otros síntomas más específicos. Es el
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