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Chateaubriand, François de
(Saint-Malo, 1768-París 1848) Escritor francés. Hijo de una noble
familia bretona, vivió una infancia ociosa y descuidada, moviéndose
en un ambiente familiar natural y propicio al desarrollo de la
sensibilidad de un muchacho tan impresionable como él. Sin
embargo, también la vida práctica marcó al joven vizconde. Su padre
ejerció su influencia para que le nombraran subteniente del
regimiento de Navarra; muerto aquél, Chateaubriand ascendió al
grado de capitán de caballería, y en París fue presentado a la corte y
frecuentó la sociedad literaria parisina de la época.
Tuvo una vida llena de momentos intensos, viajó por América, luchó
en el sitio de Thionville, fue herido y se exilió en Inglaterra, donde le
aguardaban años de miseria. De regreso a Francia en 1800, conoció
la gloria con «Atala» y «El genio del cristianismo», obra que
concordaba con las ideas político-religiosas de Bonaparte, quien lo
nombró secretario de la embajada en Roma y luego ministro del
Valais. Sin embargo, al ser fusilado el duque d'Enghien, el escritor
dimitió y marchó a visitar lugares que habrían de ser el escenario de
su epopeya cristiana «Los mártires», además de inspirarle su
«Itinerario de París a Jerusalén».
Enfrentado a la hostilidad de Napoleón, Chateaubriand saludó con
júbilo la Restauración. Vuelto a la vida política, fue par de Francia,
embajador en Berlín y Londres y ministro de Asuntos Extranjeros.
Caído en desgracia en 1824, recibió el nombramiento de embajador
en Roma en 1827. Años más tarde, después de servir a Carlos X, se
retiró a la vida privada para componer la historia de sus ideas y
sentimientos, «Memorias de ultratumba», una obra magistral en la
que los acontecimientos de su existencia quedan situados en el
marco histórico de la época. Chateaubriand, a quien el destino había
prodigado en abundancia sus dones, alcanzó una vejez digna, pero
triste e incómoda, y sin más consuelo que el que le proporcionó
madame Récamier, la más valiosa y fiel de sus amigas.