NTP 203: Contaminantes biológicos: evaluación en ambientes laborales

Redactor:

Ana Hernández Calleja
Lda. en Ciencias Biológicas

Mª del Carmen Martí Solé
Lda. en Farmacia

CENTRO NACIONAL DE CONDICIONES DE TRABAJO - BARCELONA

Objetivo

Esta Nota Técnica de Prevención pretende dar a conocer los métodos de actuación higiénica frente a los problemas derivados de la presencia de contaminantes biológicos en ambientes laborales susceptibles de provocar efectos nocivos en la salud del trabajador.

Se exponen, asimismo, los diferentes procedimientos de muestreo ambiental, técnicas analíticas y las recomendaciones a seguir para poder establecer unos criterios de valoración que sean propios de cada situación analizada.

Introducción

La higiene industrial clasifica los contaminantes que se pueden presentar en el ambiente de los puestos de trabajo en químicos, físicos y biológicos. Entendiendo por contaminantes biológicos los microorganismos, incluyendo los que han sufrido manipulaciones genéticas, los cultivos de células y los endoparásitos humanos multicelulares.

Es evidente el alto grado de conocimientos que sobre los contaminantes químicos y físicos se han ido acumulando a lo largo del tiempo, no pudiéndose afirmar lo mismo al hablar de los contaminantes biológicos ya que, aunque muchos de ellos están perfectamente definidos e incluidos en el Cuadro de Enfermedades Profesionales (Decreto 12-5-78 nº 1995/78), la gran variabilidad de factores que condicionan su presencia, supervivencia y actuación sobre el hombre, hace difícil abordar los posibles problemas planteados por su presencia en un ambiente laboral.

El hecho de que los contaminantes biológicos sean seres vivos y por tanto capaces de reproducirse, que en una misma especie bacteriana existan cepas con distinto poder patogénico o que factores tales como la temperatura y la humedad ambientales puedan condicionar su presencia, no permite establecer unos "valores máximo permitidos" generalizados y válidos para cualquiera que sea la situación problema planteada.

Por todo ello parece interesante profundizar en su estudio a fin de intentar avanzar en el conocimiento de estos contaminantes.

En esta línea y de acuerdo con la Directiva 80/1107/CEE del Consejo de las Comunidades Europeas sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes químicos, físicos y biológicos durante el trabajo, en la que se preveen directivas sobre agentes determinados, la Comisión ha publicado una Propuesta de Directiva del Consejo sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo (88/C150/05).

Clasificación de los contaminantes biológicos

Se describen a continuación, de forma sucinta, las características de los diferentes agentes biológicos así como algunos de los ejemplos más representativos de cada grupo.

Virus

Son las formas de vida más simples, están constituidas únicamente por material genético: ADN (Acido desoxirribonucleico) o ARN (Acido ribonucleico) y una cápside o cubierta proteica.

Son parásitos obligados, es decir, precisan de un huésped para poder reproducirse.

La infección la llevan a cabo inyectando su material genético en las células del huésped. Una vez en su interior se sirven de la maquinaria biológica del huésped para producir copias de sí mismos hasta lograr su total recomposición y en un número tal que rompe las membranas celulares pasando así a infectar nuevas células.

Bacterias

Son organismos más complejos que los virus y a diferencia de ellos son capaces de vivir, en un medio adecuado, sin la necesidad de un huésped para completar su desarrollo. De todos modos un buen número de ellos son patógenos para el hombre.

Es de destacar la capacidad de elaborar esporas que presentan algunas bacterias. Las esporas no son más que formas de vida resistentes a condiciones adversas. Pueden resistir, durante años incluso, altas temperaturas, sequedad, falta de nutrientes, etc.... , recuperando su estado normal y capacidad infectiva al entrar en contacto con un medio adecuado para su desarrollo.

Protozoos

Son organismos unicelulares siendo algunos de ellos parásitos de los vertebrados.

Su ciclo vital es complejo, necesitando, en algunos casos, de varios huéspedes para completar su desarrollo. La transmisión de un huésped a otro la realizan habitualmente insectos.

Hongos

Son formas complejas de vida que presentan una estructura vegetativa denominada micelio que está formada por hifas (estructuras filiformes por las que circula el citoplasma plurinucleado). Esta estructura vegetativa surge de la germinación de sus células reproductoras o esporas.

Su hábitat natural es el suelo, pero algunos componentes de este grupo son parásitos tanto de hombres y animales como de vegetales.

Helmintos

Son organismos pluricelulares con ciclos vitales complejos y con diversas fases en su desarrollo.

Así, es frecuente que completen cada una de sus fases de desarrollo (huevo-larva-adulto) en diferentes huéspedes (animales/hombre), y que la transmisión de un huésped a otro sea realizada por diferentes vectores (agua/alimentos/insectos/roedores...).

Artrópodos

Son organismos pluricelulares con ciclos vitales complejos y con diversas fases en su desarrollo, (huevo-larva-adulto) fases que pueden ser completadas en diversos huéspedes siendo transmitidas de unos a otros por varios vectores.

Algunas especies de artrópodos son endoparásitos, es decir, atraviesan la superficie del cuerpo.

Otras especies no penetran en el organismo sino que viven temporalmente sobre él, pudiendo causar el efecto adverso para la salud al inocular en el huésped toxinas que producen diversas modificaciones patológicas.

En el Cuadro 1 se describen algunos de los ejemplos más representativos de cada grupo, así como sus vías de entrada en el organismo, sectores de actividad más frecuentemente implicados y las medidas de prevención y control más importantes y adecuadas a cada caso.

Cuadro 1

Vías de entrada

Muchos de los procesos propios de los sectores de actividad en que los contaminantes biológicos están presentes son susceptibles de producir polvo y aerosoles a los que, habitualmente, irán asociados los microorganismos.

La exposición y subsiguiente infección de un individuo por un agente biológico puede tener lugar por varías vías:

Siendo de todas ellas la vía respiratoria la de mayor probabilidad.

Las dosis infectivas para el hombre varían con:

Métodos de muestreo

Sedimentación

Este método consiste en ubicar placas de Petri, conteniendo medio de cultivo adecuado, en aquellas zonas escogidas para el muestreo.

Tras el periodo de muestreo se recogerán las placas y se procesarán según las técnicas analíticas microbiológicas más apropiadas.

Recogida en medio acuoso (impingement)

Consiste en hacer borbotear un volumen de aire a través de una solución isotónica contenida en un frasco lavador y la posterior determinación cuantitativa por los métodos microbiológicos habituales. (Fig. 1)

Fig. 1: Recogida en medio acuoso. Muestreador May

Filtración

Consiste en filtrar un volumen de airea través de filtros de gelatina, incubándolos posteriormente sobre medios de cultivo apropiados.

Impactación

Este método se basa en la retención de microorganismos libres o de microorganismos aerotransportados, adheridos a partículas de polvo, en placas conteniendo medios de cultivo.

Recolector de Andersen

Un volumen de aire es forzado a pasar a través de 6 niveles en los que se encuentran placas con medio de cultivo.

La velocidad del aire aumenta de nivel en nivel consiguiéndose una separación por tamaño de partícula (Fig. nº 2)

Fig. nº 2: Impactador inercial multinivel. Impactador Andersen

Recolector RCS (Reuter centrifugal system)

Un volumen de aire es impulsado por una hélice sobre una cinta de plástico portadora de alveolos yuxtapuestos que contienen el medio de cultivo adecuado.

Partículas y microorganismos aerotransportados son proyectados por acción de la fuerza centrífuga sobre el medio de cultivo (Fig. 3).

Fig. 3: Impactador RCS (Reuter Centrifupal System)

SAS (Surface Air System)

Un volumen de aire es aspirado y conducido a través de una superficie perforada sobre una placa conteniendo un medio de cultivo adecuado (Placa Rodac) (Fig. 4).

Fig. 4

En el Cuadro 2 se resumen las principales ventajas y desventajas de los diferentes muestreadores ambientales de contaminantes biológicos.

Cuadro 2: Ventajas y desventajas de los diferentes muestreadores de contaminantes biológicos

Muestreo de superficie

Placa de contacto

Esta placa que contiene un medio de cultivo adecuado, en ligero exceso, se coloca sobre la superficie a muestrear, presionando sobre la misma y manteniéndola inmóvil durante el contacto.

La base de la placa se halla reticulada y presenta una superficie de dimensiones conocidas.

Frotis (Swab-rinse)

Este método se basa en la utilización de torundas estériles de algodón, que nos permiten muestrear zonas de difícil acceso para las placas de contacto.

Las torundas de algodón se colocan posteriormente sobre un medio de cultivo adecuado.

Manipulación, transporte, almacenamiento y eliminación de las muestras

En la mayoría de los métodos de muestreo comentados el soporte en que se recogen los contaminantes biológicos consiste en una placa que contiene un medio de cultivo que permitirá el crecimiento de los contaminantes biológicos captados.

Es evidente que en el medio ambiente y en las manos de la persona que ha de tomar las muestras están presentes microorganismos inocuos para el hombre pero que pueden ser una importante fuente de error en la medición si, debido a que la manipulación de dichos soportes es incorrecta, estos microorganismos pueden crecer en el medio de cultivo falseando los resultados obtenidos. Por ello mencionaremos los puntos a tener en cuenta para evitar esos errores:

Técnicas analíticas

De las muestras tomadas en los diferentes ambientes laborales se puede obtener información de dos tipos. Una, cuantitativa, el número de microorganismos presentes por unidad de volumen. Habitualmente la unidad utilizada es: unidades formadoras de colonias por metro cúbico (u.f.c/m3) (1). El análisis se realiza de forma visual, manualmente o con la ayuda de un contador de colonias.

Otro tipo de información es la cualitativa, es decir, las diferentes especies de microorganismos que se han captado en la muestra. Este análisis se realiza tratando las diferentes colonias que se han desarrollado en el medio de cultivo mediante técnicas bioquímicas y técnicas que pongan de manifiesto la morfología de las diversas especies. (Tinciones y Microscopía).

Dada la gran variedad de microorganismos y de técnicas analíticas existentes, se obviará su descripción puesto que ello escapa de la intención de esta Nota Técnica y por otra parte son Técnicas perfectamente establecidas y ampliamente difundidas por la literatura.

Algo similar ocurre con los medios de cultivo a utilizar. Quizás aquí hacer una distinción entre los medios de cultivo llamados Universales, en los que crecerán un amplio número de diferentes microorganismos y los medios de cultivo denominados específicos o restrictivos que únicamente permiten el desarrollo de un número limitado de microorganismos diferentes.

Entre los primeros tenemos :

Entre los específicos encontramos una gran variedad, tantos casi como tipos de microorganismos diferentes pueden presentarse, como por ejemplo:

La elección de uno u otro irá en función del grado de conocimiento sobre los contaminantes que se espera encontrar en un ambiente. Pero no es de descartar la utilización simultánea de ambos sistemas para asegurar una completa captación de todos los posibles contaminantes presentes, dado que en la mayoría de los casos no es posible una identificación previa de los mismos.

Nota: u.f.c/m3: unidades formadoras de colonias por metro cúbico de aire.

Valoración

Del mismo modo que ocurre cuando se trata de valorar la exposición a contaminantes químicos, una vez identificados los contaminantes biológicos y estimadas sus concentraciones en el medio ambiente de trabajo, se procederá a la valoración "comparando para cada contaminante objeto de estudio el valor de su concentración ambiental, con el valor de referencia máximo admisible para dicho contaminante." Este valor de referencia máximo admisible o criterio de valoración, para el caso de los contaminantes biológicos, no está establecido a nivel normativo en nuestro país ni en los de nuestro entorno socio-económico.

Tampoco existen criterios de valoración de tipo técnico "no vinculantes" a estilo de los TLV'S de la ACGlH para contaminantes químicos, siendo ello debido quizás a la existencia de una gran variabilidad de factores propios de la naturaleza de los contaminantes biológicos (su capacidad de reproducción, el hecho de que en una misma especie microbiana existan cepas con distinto poder patogénico o que alteraciones de factores ambientales tales como la temperatura, humedad, etc... puedan condicionar su presencia en un determinado ambiente) que inciden en la dificultad de establecer unos criterios de valoración generalizados y válidos para cualquiera que sea la situación problema planteada.

No obstante, a pesar de las dificultades existentes, el Comité sobre Bioaerosoles de la ACGIH ha dado a conocer un documento sobre: "Microorganismos viables en ambientes de oficina: Protocolo de muestreo y procedimientos analíticos", haciendo especial hincapié en que se trata de un borrador y que no se puede hacer uso inmediato del mismo en estudios de campo.

Asimismo, anuncia que está desarrollando protocolos similares en 7 ambientes diferentes además del anteriormente mencionado (oficinas).

En dicho protocolo, en el que se establecen sistemas de muestreo, estrategia de muestreo, procedimientos analíticos, interpretación de datos y recomendaciones sobre medidas correctoras, se afirma que la utilización del mismo debería estar basada en información médica o clínica que indicara la presencia de enfermedades relacionadas con el puesto de trabajo, tales como: fiebre del humidificador, pneumonitis hipersensitiva y alergias debidas, probablemente, a bioaerosoles.

Un punto interesante a destacar de este protocolo es el que hace referencia a la interpretación de los datos obtenidos y del que se infieren dos acciones a realizar.

En primer lugar, y si el número total de u.f.c./m3 excede de 10.000, recomienda aplicar de inmediato las medidas correctoras descritas en el mismo.

En segundo lugar, si el número total de u.f.c./m3 es inferior a 10.000, recomienda la identificación de los posibles agentes etiológicos, de los cuales proporciona una lista dividida en tres grupos:

En estos casos si la presencia de alguno de los agentes identificados excede de las 500 u.f.c./m3 y si no hay indicios de respuesta alérgica a partículas procedentes del exterior, se deben aplicar las medidas correctoras descritas en el protocolo.

Un cuarto grupo de posibles agentes causantes de la enfermedad, en el que se incluyen: Protozoos, micotoxinas, endotoxinas,... es mencionado y su estudio recomendado en el caso en que una vez aplicadas las medidas correctoras y habiendo disminuido el número de los demás agentes etiológicos mencionados, persistirán los efectos adversos.

Este protocolo, que como se ha mencionado está en fase de discusión, es o será válido para un ambiente determinado, persistiendo el problema de cómo evaluar, aquellas situaciones de las que no se posee dato alguno que sirva como criterio de valoración.

La empresa Pool Bioanalysis ltalina (pbi) desarrolladora del método de muestreo Surface Air System (SAS), en su publicación "Microbiological control of the air and surface environment", sugiere los procedimientos para realizar muestreo ambientales en los que se establece un programa de muestreo inicial en diferentes ambientes, tales como : Hospitales, industrias de alimentación, laboratorios bacteriológicos, plantas de tratamiento de efluentes, control de desinfección, etc. indicando para cada uno de ellos el número de muestras a tomar. De este muestreo inicial se obtendrán los datos con los que elaborar los niveles de aceptabilidad que en térmicos generales (pbi) sugiere entre 300-500 u.f.c./m3. Una vez fijados estos niveles de aceptabilidad recomienda realizar muestreos rutinarios que proporcionarán información acerca de la situación higiénica del área estudiada y sobre si medidas higiénicas preventivas (o correctoras) deberán ser tomadas para mejorar las condiciones ambientales de un determinado puesto de trabajo.

Bibliografía

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Microbiological Control of The Air and Surface Environment (pbi)
Milan