mucha resistencia a la basculación el usuario tiene que hacer un
esfuerzo para adoptar posturas posteriores. Si, por el contrario, oponen
poca resistencia a la basculación el respaldo se abate fácilmente y el
usuario no encuentra soporte cuando quiere estar erguido y con la
espalda bien apoyada en el respaldo.
En el caso de las butacas de directivo, donde la posibilidad de
acceder a posturas posteriores es mayor, es apropiado disponer de
un mecanismo que coordine la basculación, de modo que un incremento
de 2 en el ángulo del respaldo se corresponda con un incremento
O
aproximado de 1 en el del asiento.
O
Por último, señalar a este respecto que lo apropiado es que el eje
de giro esté cerca del borde delantero del asiento puesto que, de lo
contrario, para ángulos grandes de inclinación posterior las piernas
quedarían colgando.
Respaldos más altos.
Debido a que las personas permanecen tiempo en posturas poste-
riores se recomienda que las butacas de directivo dispongan de apoyo
torácico completo. Para adoptar posiciones más relajadas es apropiado
usar un apoyo cervical. Aunque este reposacabezas se use en pocas
ocasiones, se recomienda que su altura sea regulable y, de este modo,
se adapte a la estatura del usuario.
El acolchado y la tapicería.
Debe evitarse el material poco transpirable porque, debido a la
acumulación de humedad, produce calor e incomoda a los usuarios.
Asimismo, y teniendo en cuenta que se puede usar la butaca con
ángulos de respaldo bastante abatidos, conviene prevenir la posibilidad
de que quien la utilice se deslice sobre una tapicería demasiado
resbaladiza.
Se debe mantener el mismo criterio que en la silla de oficina
respecto a la firmeza de los mullidos.
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