TRICLOROETILENO

TRICLOROETENO, TRICLORURO DE ETILENO, TRICLENO

Es un líquido incoloro, con un olor dulzón característico.

Se usa mucho como solvente no inflamable y estable (aunque suele ser sustituido por el tetracloroetileno), desengrasante y limpiador de metales y componentes electrónicos.

Se usa como solvente en sustitución al tetracloruro de carbono (que es altamente tóxico).

 

- Emergencias:

· Inhalación accidental intensa: las personas de rescate para evacuar a las víctimas deben ir equipadas con protección respiratoria (especialmente si se trata de espacios confinados).

Una vez evacuada, se retiran las ropas contaminadas y se lava la piel con agua y jabón. Puede ser necesario realizar respiración artificial.

· Ingestión accidental: beber medio litro de agua templada e inducir el vómito (dedos en la boca...). Jamás dar leche, que favorece la absorción del tricloroetileno por el intestino.

· Salpicaduras: lavado inmediato de los ojos varios minutos (al menos 15 min.) y acudir a asistencia médica.

Modelo (ejemplo) de etiqueta:

 

PELIGRO: TRICLOROETANO

- Vapores nocivos.

- Usar solo con ventilación.

- Evitar inhalar sus vapores y el contacto de forma prolongada o repetida.

- No ingerir.

 

RIESGOS

- Descomposición a altas temperaturas (superiores a 300ºC, debidas a metales calientes, soldadura al arco, llamas,...) dando ácido clorhídrico y fosgeno. En presencia de álcalis fuertes puede formar dicloroacetileno que es explosivo, inflamable y tóxico.

- El contacto prolongado causa lesiones en la piel (intensas dermatitis con vesiculación, con rugosidades y fisuras de la piel), y las salpicaduras accidentales en los ojos causan quemazón, lagrimeo, etc.

- Toxicidad: se absorbe sobre todo por la vía respiratoria (inhalación de vapores), pero también por la piel (de forma limitada).

En el interior del organismo se metaboliza formando ácido tricloroacético, y tricloroetanol, que se eliminan por vía renal (detectable en análisis de orina específico), y el tricloroetileno no metabolizado se emite por el aire exhalado (detección de la intoxicación).

· Intoxicación aguda (a altas concentraciones de vapores de forma accidental): tiene efectos narcóticos, precedidos por cuadros de excitación o euforia con mareos, náuseas, vómitos, confusión y somnolencia que evoluciona hacia la pérdida de la consciencia.

En caso de ingestión accidental, estos síntomas van precedidos de quemazón de garganta.

Normalmente, los síntomas deben desaparecer al evacuar la víctima al aire fresco (dependiendo de las concentraciones y tiempo de exposición), pero aumentan el riesgo de ser causa de accidente de trabajo al darse en el ambiente laboral.

También pueden surgir complicaciones de neumonitis química y lesiones hepáticas y renales.

· Intoxicación crónica (por exposiciones menores pero repetidas a lo largo del tiempo): causa toxicidad sobre el Sistema Nervioso Central, con efectos narcóticos (mientras dura en el organismo) y secuelas a largo plazo como: laxitud, confusión mental, vértigos, dolor de cabeza, irritabilidad, alteraciones digestivas, efecto euforizante (que puede causar adición, habituación, y deseo de consumo), intolerancia al alcohol (borrachera tras el consumo de pequeñas cantidades de alcohol, con enrojecimiento de la piel o "rubicundez de los desengrasadores"), y otros signos neurológicos, alteraciones cardiacas (arritmias) y hepáticas.

Tiene efectos cancerígenos en animales de experimentación (que pueden deberse a aditivos como epiclorhidrina y 1,2-epoxietano).

PREVENCION

- Por su potencial carcinógeno, la exposición debe reducirse al máximo.

Deben realizarse controles periódicos de las concentraciones ambientales en el aire.

- Diseño de los procesos de trabajo evitando todo posible contacto o exposición al líquido o sus vapores. Se deben evitar los procesos que generen altas temperaturas (soldadura al arco, llamas desnudas,...). Se aplicarán sistemas de extracción (de tipo "per descensum"), y de ventilación general.

- Información y formación a los trabajadores/as sobre los riesgos.

- Uso de equipos de protección personal de forma accesoria, especialmente en casos particulares de emergencia (pues deben prevalecer las medidas de prevención general): uso de gafas de seguridad especiales para sustancias químicas (tipo copa con borde de goma), y equipos de protección respiratoria (para exposiciones intermitentes o puntuales) que dependerán del tipo de trabajo, pudiendo necesitarse el tipo de equipos autónomos, y máscaras con presión positiva con el cartucho adecuado y protección de pies y piernas de neopreno o productos similares (pues ataca el caucho natural).

- Medios para extremar las medidas de higiene personal (para lavarse antes de las comidas,...).

- Almacenamiento correcto (en contenedores de hierro galvanizado, hierro antimoniado o acero, y evitando salpicaduras o derrames,... etc.), y etiquetado portando información de los riesgos.

- Controles de salud: se desaconsejan estos trabajos a personas con alteraciones del sistema nervioso central (inclusive las psiconeurosis), y lesiones en piel (en manos), adolescentes, embarazo, enfermedades de corazón, hígado o riñones, y enfermedades o lesiones en que esté contraindicado el uso de equipos de protección personal.

Deben realizarse controles biológicos específicos para detectar la intoxicación: determinación de ácido tricloroacético y tricloroetanol en orina. La orina se recoge a final del turno de trabajo. Otros medios de control biológico menos usados son: detección de triloroetileno y tricloroetanol en al aire espirado, o de tricloroetanol y ácido tricloroacético en sangre.


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