Compra o venta de valores en un mercado

continuo realizada automáticamente por un

programa de ordenador para tener en

cuenta todos los límites puestos por los

diferentes clientes y sacar partido

inmediato de pequeñas variaciones que

puedan ser de interés. En la medida que

los programas son similares o conocidos

por otros operadores pueden dar lugar a

grandes oscilaciones de las cotizaciones,

por ejemplo, cuando las acciones empiezan

a bajar y eso crea muchas órdenes de

venta artificiales.