<<  <  >  >>
BUSCADOR

FAUSTO SARMIENTO
DEDICATORIA
Dedico este trabajo a mi adorada esposa, Elenita Viteri de Sarmiento,
por su constancia, abnegación, confianza y estímulo,
que refleja el profundo amor que compartimos
desde hace más de 25 años.
Una palabra que taladra el sentimiento,
una sensación que sucumbe,
algo que dejé atrás hace muchos inviernos...
Dentro de mi ausencia de atardeceres,
como una garza perdida en su pantano,
como una hoja sin su tallo,
como manantial en mi propio desierto...
¡Ven! Ahora con más fuerza,
hoy ya sin barreras, ven; no existen ya fronteras, ven;
como voy a tu corazón,
a tu alma, a tu cuerpo, a todo tu ser...
(Quito, Enero 25, 1974)
1