a) Los que destruyen huevos, larvas y estados ninfales (ovicidas-larvicidas).
b) Los que destruyen adultos y formas móviles (adulticidas).
Actúan fundamentalmente por contacto, por lo que se
aconseja mojar muy bien el cultivo. Algunos poseen prolongada
actividad residual.
Materias activas: abamectina, acrinatrin, amitraz, azociclotin,
cihexaestan, dicofol, dinobuton, fenazaquin, fenbutestan, fenpiroxi-
mato, flufenoxuron, hexitiazox, piridaben, propargita, tetradifon.
2.2. Insecticidas-acaricidas
Fundamentalmente actúan como insecticidas, pero también
tienen acción acaricida. La mayoría de ellos corresponden al grupo de
los organofosforados. No suelen tener acción ovicida; provocan des-
equilibrios biológicos y problemas de resistencia en ácaros. Solamente
se recurrirá a ellos cuando el problema de ácaros sea secundario.
Como ejemplos se citan: aldicarb, aceites minerales, carbofenotion,
endosulfan, diazinon, fenitrotion, metil-azinfos etcétera. En general,
pertenece a este grupo la mayoría de organofosforados sistémicos.
2.3. Fungicidas-acaricidas
Son productos que a la vez que manifiestan actividades con-
tra hongos (externos, sobre todo) poseen cierta acción acaricida.
No debe pensarse en ellos para resolver un problema de áca-
ros; lo que sí ocurre, es que tienen cierta acción de freno y en el caso
de realizar tratamientos con cierta periodicidad, pueden evitar su
desarrollo expansivo.
De entre estos productos se citan: azufre, dinocap, polisulfuros...
3. Fungicidas
Son sustancias químicas de origen mineral u orgánico que se
aplican para el tratamiento de las enfermedades producidas por hon-
gos. Por su modo de acción se clasifican en:
· Preventivos: impiden la germinación de las esporas de los hongos,
ya que no es posible la destrucción del parásito una vez desarrollado
en el interior de la planta. El tratamiento debe realizarse antes de pro-
ducirse la infección.