que garanticen no sólo la sostenibilidad de los cultivos, sino la cali-
dad de las producciones, concepto éste que contempla como priori-
tario garantizar a los consumidores la ausencia de contaminaciones
a niveles perjudiciales para la salud, entre ellas las inherentes a los
residuos de productos químicos.
En momentos en los que crece la preocupación por la seguri-
dad alimentaria, resulta previsible una favorable acogida en los mer-
cados europeos a productos agrícolas ofrecidos con la acreditación
PI, existiendo las bases legales y técnicas suficientes para empren-
der esta línea de producción, quedando pendiente la decisión por
parte de los agricultores.
En consonancia con toda esta problemática, la Administra-
ción Autonómica tiene en marcha además una serie de acciones al
objeto de obtener los mejores resultados tanto en la protección de la
salud humana como de los cultivos y el medio ambiente. De entre
ellas destaca el Programa de Vigilancia Sanitaria de los Plaguicidas y
otra serie de medidas tendentes a conseguir una racionalización en
la protección de los cultivos.