· RUIDO
VIDEO RUIDO INSHT
La complejidad creciente de los procesos productivos, la rápida mecanización, el uso de maquinaria cada vez más pesada y los ritmos de producción más rápidos han convertido al ruido en el agente físico más extendido en el trabajo.
La exposición al
ruido puede causar daños para la salud siendo el más frecuente y grave la perdida
parcial o total de audición.
El ruido es la apreciación (subjetiva) de un sonido (objetivo) cuantificable.
La energía del
ruido se propaga en ondas por el aire principalmente y a través de los materiales que
encuentra a su paso (con mayor o menor intensidad).
La percepción del ruido disminuye con la distancia.
Cuando el ruido encuentra un obstáculo, una parte se refleja, otra es absorbida por el
objeto y el resto lo atraviesa.
El ruido está compuesto por diferentes niveles (de intensidad) y frecuencias.
La sensibilidad del oído depende de las frecuencias percibiendo mejor las agudas que las
graves.
El oído capta desde los 20 a los 20.000 Hz de frecuencia siendo entre 500 y 2.000 donde
se sitúa la conversación.
El nivel de ruido medido en decibelios percibido se sitúa entre 0 dB (Umbral de
audición) y 140 dB (Umbral del dolor).
La exposición prolongada a niveles altos de ruido supone riesgo de pérdida de audición.
La exposición puntual a niveles muy altos, como explosiones puede provocar la rotura del
tímpano.
El oído interno se
compone de martillo, yunque, estribo y caracol de donde pasa al cerebro.
En el caracol existen unas 20.000 células auditivas que recogen el sonido.
Cada célula responde a distintas frecuencias de sonido exclusivamente, su deterioro
supone una pérdida de audición y una lesión más o menos grave en función de la
cantidad.
Quién dice estar acostumbrado al ruido es porque ha sufrido ya perdidas de audición.
Además de las perdidas auditivas el ruido provoca otros efectos negativos para la salud:
estrés, aumento de la frecuencia respiratoria, afecciones de estómago e intestinos,
trastornos nerviosos, disminución de la agudeza visual, dificultades de atención.
El riesgo de
pérdida de capacidad auditiva depende del nivel de ruido y del tiempo de exposición por
lo que al determinar los niveles tolerables tengan que establecerse para un tiempo de
exposición.
A partir de niveles de ruido superiores a 80 dB (A) deben implantarse medidas protectoras:
Evaluación, formación e información, control médico, protecciones auditivas.
Para prevenir la sordera profesional deben aplicarse un conjunto de actuaciones técnicas,
organizativas, informativas y médicas.
Las medidas técnicas a aplicar deben
considerar la EMISIÓN de ruido (Fuente).
INMISIÓN Impacto del ruido en un determinado punto.
EXPOSICIÓN impacto del ruido en el trabajador.
Orden de prioridad de medidas técnicas:
1. Actuación sobre
el foco reduciendo mediante un rediseño acústico el nivel de emisión.
2. Actuación sobre la propagación interponiendo materiales aislantes.
3. Actuación sobre el receptor con medidas organizativas (menor tiempo de exposición)
y/o EPIs.
No puedo usar
protectores, no oigo a los demás
Un protector adecuado permite oír a la vez que
protege de las frecuencias más dañinas.
Es muy molesto llevar los protectores
En poco tiempo puede uno acostumbrarse, no
usarlos supone un daño irreversible.
Todos los EPIs llevarán marcado CE, habiendo pasado los ensayos exigidos por la
normativa.
Deben seleccionarse en función de las características y niveles del ruido.
Medidas preventivas de carácter médico.
Detección precoz de pérdida auditiva.
Audiometrías periódicas a los trabajadores expuestos e inicial a los de nuevo ingreso.
La audiometría determina la sensibilidad auditiva frete a distintas frecuencias.
Derecho a la información: riesgos y medidas de control y resultados de exámenes médicos
a que se han sometido.
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