d. 1. Quinta letra del abecedario español y cuarta del orden latino internacional. Su nombre es femenino: (la) de; su plural es des.

2. Con esta letra se representa en la escritura el sonido consonántico dental sonoro /d/.

3. El fenómeno más destacable en relación con la pronunciación de este sonido es su debilitamiento en posición intervocálica. Este debilitamiento es especialmente notable en la terminación -ado propia de los participios de los verbos de la primera conjugación y de algunos nombres. En el habla coloquial de algunas zonas, especialmente en España, el debilitamiento es extremo y llega con frecuencia a la total omisión de la /d/: (*[kansáo], por cansado; *[peskáo] por pescado). Esta pérdida debe evitarse en el habla esmerada. La pérdida de la -d- en la terminación -ido es propia de hablantes de muy bajo nivel cultural: *[komío] por comido, *[benío] por venido.

4. También es extremadamente débil la pronunciación de la /d/ final de palabra, que en el habla poco esmerada de algunas zonas de España tiende normalmente a perderse (*[madrí, usté, berdá], por Madrid, usted, verdad). En realidad, en la pronunciación normal se articula una /d/ final muy relajada, apenas perceptible. En zonas del centro de la Península Ibérica algunos hablantes cambian por /z/ el sonido /d/ en final de sílaba o de palabra (*[azkirír] por adquirir, *[birtúz] por virtud), pronunciación que debe evitarse. Entre hablantes catalanes es frecuente pronunciar la /d/ final como /t/, por influjo del catalán: [berdát] por verdad.