corchete. 1. Signo ortográfico formado por una línea vertical con dos más pequeñas en los extremos con las que forma ángulo recto. Se trata de un signo doble, ya que existe un corchete de apertura ( [ ) y otro de cierre ( ] ). Los corchetes se utilizan, por regla general, de forma parecida a los paréntesis que incorporan información complementaria o aclaratoria. Los corchetes se escriben sin espacio de separación respecto de la primera y la última palabra del período que enmarcan, y con un espacio de separación respecto de las palabras o signos que los preceden o los siguen (hay, no obstante, algunas excepciones; ® 2c). Sin embargo, cuando lo que sigue al corchete de cierre es otro signo de puntuación, no debe dejarse espacio de separación entre ambos signos.

2. Los corchetes se utilizan en las ocasiones siguientes:

a) Cuando dentro de un enunciado o texto que va entre paréntesis es preciso introducir alguna precisión o nota aclaratoria: Una de las últimas novelas que publicó Benito Pérez Galdós (algunos estudiosos consideran su obra Fortunata y Jacinta [1886-87] la mejor novela española del siglo xix) fue El caballero encantado (1909). Este orden de inclusión se invierte en las fórmulas matemáticas o químicas, donde los corchetes encierran operaciones ya encerradas entre paréntesis: [(4 + 2) ´ (5 + 3)] - (6 - 2) (® paréntesis, 2h).

b) En poesía, se coloca un corchete de apertura delante de las últimas palabras de un verso para indicar que no cabe en la línea anterior y se continúa, alineado a la derecha, en el renglón siguiente:

Y los ritmos indóciles vinieron acercándose,

Juntándose en las sombras, huyéndose y

[buscándose.

(Silva Obra poética [Col. 1880-95]).

c) En la transcripción de un texto, se usan los corchetes para marcar cualquier interpolación ajena al original: una aclaración, la adición de una o varias palabras, el desarrollo de una abreviatura, la corrección de lo que se consideran errores o erratas, o cualquier otra alteración del texto original: La nieve hermoseaba [texto tachado: los parques y edificios de] la ciudad aquella mañana fría de diciembre; Hay otros [templos] de esta misma época de los que no se conserva prácticamente nada; Acabose de imprimir el A[nno] D[omini] de 1537; Subió la cue[s]ta con dificultad. [En el original, cuenta]. Al desarrollar abreviaturas, no se deja espacio de separación entre el corchete de apertura y la letra que lo precede.

d) También se usan tres puntos entre corchetes para indicar, cuando se transcribe un texto, que se ha omitido una parte de él, ya sea una sola palabra o un fragmento. En este caso, aunque se prefieren los corchetes, también pueden utilizarse los paréntesis (® paréntesis, 2e): «Le sonreí para decírselo; pero después pensé que él no pudo ver mi sonrisa [...] por lo negra que estaba la noche» (Rulfo Páramo [Méx. 1955]).

3. La combinación de los corchetes con otros signos ortográficos es idéntica a la de los paréntesis (® paréntesis, 3).