acortamiento. 1. Los acortamientos son procesos espontáneos de abreviación (® abreviación) que tienden a eliminar las sílabas finales de palabras que se sienten demasiado largas y cuyo uso frecuente hace que sea más cómodo mencionarlas abreviadamente: moto por motocicleta, radio por radiodifusión. También existen, aunque en menor número, casos de acortamiento por supresión de sílabas iniciales: bus por autobús, fago por bacteriófago.

2. La mayoría de los acortamientos suele reducir a dos sílabas el cuerpo de las palabras abreviadas: bici por bicicleta, boli por bolígrafo, cine por cinematógrafo, compa por compadre, cole por colegio, profe por profesor, etc. Si la palabra completa está formada por un elemento prefijo, el acortamiento suele reducirse a este: súper por supermercado, macro por macroinstrucción, tele por televisión, etc. Los acortamientos suelen afectar normalmente a sustantivos, aunque también se encuentran ejemplos de adjetivos, especialmente en España: ridi por ridículo, tranqui por tranquilo, porno por pornográfico, e incluso de algunas locuciones: porfa, en lugar de por favor.

3. Se generan normalmente en el habla coloquial, en ámbitos juveniles o entornos familiares y, mientras no se generalizan, difícilmente se encuentran en la lengua escrita, si no es con fines determinados (estilísticos, literarios, publicitarios). Su dimensión primera es, por tanto, oral, más que gráfica. Muchos de ellos, no obstante, han acabado desplazando en el uso general a las formas plenas, despojándose de su inicial carácter familiar o jergal, como ha ocurrido, por ejemplo, con moto por motocicleta, radio por radiodifusión, taxi por taxímetro, cine por cinematógrafo. En algunos de estos casos, el uso de las formas plenas puede llegar incluso a sentirse como afectado.

4. La mayoría de los acortamientos mantienen el género de la palabra completa: la quimio por la quimioterapia, el cine por el cinematógrafo; no obstante, existen algunas excepciones, como un cromo por una cromolitografía. Los acortamientos, cuando son sustantivos, admiten el plural normal; pero si son adjetivos, su plural es invariable: películas porno (‘pornográficas’), situaciones díver (‘divertidas’).

5. Los acortamientos se dan con frecuencia en la formación de hipocorísticos, que son los nombres abreviados o deformados que se usan como designaciones afectivas o familiares. Así, los nombres propios de persona, en el uso familiar, tienden a apocoparse, es decir, a perder sílabas o letras finales; es frecuente la presencia, en muchos de ellos, de una -i final inusual en español: Montse por Montserrat, Javi por Javier, Marga por Margarita, Pili por Pilar, Mili o Mila por Milagros. También existen hipocorísticos formados por supresión de la parte inicial del nombre de pila: Nando por Fernando, Tino por Constantino.