ACELERADORES DE PARTÍCULAS.

Son instrumentos diseñados para producir las radiaciones que emite el núcleo atómico, cuando se desintegra, mediante el impacto de partículas que provienen de sustancias radiactivas. La unidad de carga es el electrón.

El acelerador consiste en una fuente de iones, en la que se producen las partículas cargadas (está cargado de hidrógeno para emitir protones, o de helio para partículas alfa...) y electrones de un filamento calentado en un tubo vacío. Se enfoca hacia el lugar del interior que contiene el blanco, donde está la muestra que va a ser irradiada ( o bien se dirige hacia afuera para irradiación del exterior, o en experimentación)

Se usan en: medicina (para tratamiento del cáncer, o en la producción de isótopos). En investigación nuclear, y en la industria para la esterilización de recipientes o equipos y en investigación geológica (en prospección petrolífera).

RIESGOS

- Riesgos de radiación si hay un escape del escudo protector. El mayor peligro son los neutrones y los rayos gamma.

- También hay riesgos por radioactividad acumulada (en los aceleradores de alta energía) en las zonas cerca de los blancos...que permanece incluso cuando está fuera de funcionamiento. Esto se debe a que la vida media de los radioisótopos es de horas a días. Por tanto es necesario un periodo de espera para que pueda entrar el personal de mantenimiento.

- Alto riesgo de incendio y explosión, pues, sobre todo sus vapores, es muy inflamable.

Riesgos debidos a sus características: al diluirse en agua desprende un fuerte calor; y el paraldehído, puede transformarse en acetaldehído por la acción del calor o la luz solar (riego de accidente en su almacenamiento)

- Es muy irritante de las vías respiratorias (desde catarro bronquial hasta edema de pulmón), de la mucosas (ojos...), y tiene efectos tóxicos sobre el sistema nervioso central ( produciendo adormecimiento y embotamiento), sobre el hígado (degeneración grasa hepática e intolerancia al alcohol) y miocardio del corazón, además de nauseas, vómitos y diarreas. Todo ello dependerá de las concentraciones y tiempo de exposición, pudiendo causar la muerte por insuficiencia respiratoria y cardiaca.

- El contacto con los vapores de acetaldehído produce dermatitis en piel y conjuntivitis de ojos.

- Si el metaldehído es ingerido accidentalmente, provoca náuseas, vómitos, dolor abdominal, convulsiones, coma y muerte por parada respiratoria.

- La intoxicación crónica (laboral) provoca síntomas muy parecidos al alcoholismo crónico: pérdida de peso, anemia, alucinaciones visuales o acústicas, disminución de la capacidad intelectual y trastornos psíquicos que precisan atención psiquiátrica.