(Barcelona, 1944) Escritor español. Perteneciente a la llamada

generación de los novísimos, estudió el bachillerato en Barcelona y

filosofía y periodismo en la Universidad de Navarra. Después de

doctorarse en filosofía, ha ejercido de profesor de esta disciplina en

la Universidad del País Vasco, y posteriormente ha enseñado estética

en la Escuela de Arquitectura de Barcelona. Fue incluido por el crítico

Josep Maria Castellet entre los poetas novísimos a raíz de la

publicación de sus primeros libros de poemas («Cepo para nutria»,

1968, «El velo en el rostro de Agamenón», 1970), que revelaban una

clara voluntad de ruptura mediante una actitud antirretórica y

experimental, con frecuencia hermética. En 1979 recogió su obra

poética anterior en «Poesía 1968-1978», y en 1983 publicó «Farra».

Con el paso de los años fue dejando de lado ese género y

decantándose hacia una singular obra narrativa, difícilmente

clasificable como novela y caracterizada por un nihilismo vagamente

autocomplaciente y una aguda visión satírica de los personajes.

Muestras de este género son: «Mansura, lecciones de Jena» (1972),

«Las lecciones suspendidas» (1978), «Historia de un idiota contada

por él mismo o el contenido de la felicidad» (1986) y «Diario de un

hombre humillado» (premio Herralde 1987).

«Cambio de bandera» (1991) supuso una clara variación de registro,

tanto por el marco histórico en el que se desarrollan los

acontecimientos (el País Vasco en 1937, poco tiempo antes de caer

en manos del ejército franquista) como por el esfuerzo de

caracterización de los personajes y el artificio de un narrador que, en

lugar de hablar en primera persona, cuenta la historia a una mujer.

«Demasiadas preguntas» (1994) fue acogida por la crítica de forma

Azúa es también autor de ensayos, en los que hace gala del mismo

estilo preciso, brillante e irónico de su obra narrativa: «La paradoja

del primitivo» (1983), «El aprendizaje de la decepción», «Venecia de

Casanova» (1990), «Baudelaire y el artista de la vida moderna»

(1992). A mediados de 1993 fue nombrado director del Instituto

Cervantes en París.