E 230
Bifenilo
Estos conservantes se utilizan exclusivamente para el tratamiento superficial de
algunas frutas (cítricos, y el último de ellos también plátanos) y de los papeles en
los que se envuelven antes de introducirlas en su embalaje.
El objetivo de su utilización es evitar el ataque de mohos a la fruta.
Con la excepción del E-232, son insolubles en agua, por lo que no desaparecen con un
enjuagado sencillo de la fruta.
Son substancias bastante tóxicas.
La OMS considera aceptable una ingestión diaria máxima de solo 0,05 mg por Kg de peso
corporal para el bifenilo y algo superiores para los otros.
Cuando pretenda utilizarse la corteza de naranjas o de limones en repostería, es
preferible lavarlos antes enérgicamente con agua y detergente.
En algunos países es obligatorio informar al consumidor de su presencia.
E 231 Ortofenilfenol
E 232 Ortofenilfenato sódico
E 233 Tiabenzol
E 234 Nisina
La nisina es una proteína con acción antibiótica producida por un microorganismo
inofensivo presente en la leche fresca de forma natural y que interviene en la
fabricación de diferentes productos lácteos.
Solo es eficaz contra algunos tipos de bacterias y se utiliza en casi todo el mundo
(España incluid
a) como conservante de ciertos tipos de quesos procesados, especialmente los fundidos.
En otros países, sobre todo en oriente medio, se utiliza como conservante de la leche y
de otros derivados lácteos ante los problemas para mantener estos productos siempre en
refrigeración.
No tiene aplicaciones médicas como antibiótico, y es por esto por lo que se utiliza en
tecnología alimentaria.
Existe como un conservante natural en algunos quesos y otros productos lácteos
fermentados, producidos por su flora de maduración.
También la produce la propia flora intestinal humana.
La nisina ingerida es destruida rápidamente durante la digestión y sus aminoácidos
constituyentes se metabolizan junto con los procedentes de las otras proteínas.
Prácticamente carece de toxicidad o de poder alergénico.
Con la excepción de la nisina (E-234) todos los demás antibióticos quedan reservados en
la Unión Europea al uso médico, prohibiéndose taxativamente su utilización como
conservantes alimentarios.
Esto es así para evitar la aparición de cepas bacterianas resistentes y la posible
alteración de la flora intestinal de los consumidores.
El uso de antibióticos en medicina veterinaria está también reglamentado para que no
puedan llegar al consumidor como contaminantes de la carne o de la leche.
E 235 Natamicina
La pimaricina, también llamada natamicina es un antibiótico útil en la protección
externa de ciertos alimentos contra el ataque de mohos.
Su utilización no está autorizada a nivel de la Comunidad Europea, pero sí en España,
de una forma transitoria.
También está autorizada en Estados Unidos y otros países.
En España se emplea para impregnar la superficie de los quesos duros o semiduros,
chorizo, salchichón y jamones.
La pimaricina se utiliza en medicina contra las cándidas.
E 239 Hexametilen tetramina
Utilizado inicialmente con fines médicos, pasó a la tecnología alimentaria como
conservante de escabeches hacia 1920, haciéndose muy popular en el norte de Europa.
Aunque en otros países se utiliza como conservante en escabeches y en conservas de
cangrejos o camarones, La UE lo permite exclusivamente para evitar el hinchamiento del
queso Provolone.
El mecanismo de la acción antimicrobiana de este conservante se basa en su
transformación en formaldehído en los alimentos ácidos.
Si se ingiere, se produce la misma reacción en el estómago.
El formaldehído es un agente cancerígeno débil, y se ha comprobado a nivel experimental
con ratas que la ingestión de grandes cantidades de hexametilentetramina es capaz de
inducir la aparición de ciertos tipos de cáncer.
E 240 formaldehído