E 310 Galato
de propilo
Se usan como antioxidantes alimentarios desde los años cuarenta.
Su propiedad tecnológica más importante es su poca resistencia al calentamiento, por lo
que son poco útiles para proteger aceites de fritura o alimentos sometidos a un calor
fuerte durante su fabricación, como las galletas o los productos de repostería.
Por su parte, el galato de propilo es algo soluble en agua, y, en presencia de trazas de
hierro, procedentes del alimento o del equipo utilizado en el procesado, da lugar a la
aparición de colores azul oscuro poco atractivos.
Esto puede evitarse añadiendo también al producto ácido cítrico.
Se utilizan, mezclados con BHA (E 320) y BHT (E 321) para la protección de grasas y
aceites comestibles.
En España, se utilizan galatos, BHA y BHT en conjunto, en aceites, con la excepción del
aceite de oliva.
También se utilizan en repostería o pastelería, galletas, en conservas y semiconservas
de pescado y en queso fundido.
E 311 Galato de octilo
E 312 Galato de dodecilo
E 320 Butilhidroxianisol, BHA
Este antioxidante sintético se utilizó inicialmente en la industria petrolífera.
Desde los años cuarenta se utiliza como aditivo alimentario.
Solamente es soluble en grasas y no en agua.
Resulta muy eficaz en las grasas de fritura, ya que no se descompone o evapora, como hacen
los galatos o el BHT, pasando al producto frito y protegiéndolo.
Se utiliza para proteger las grasas utilizadas en repostería, fabricación de galletas,
sopas deshidratadas, etc.
Su seguridad ha sido discutida extensamente.
No tiene acción mutagénica, pero es capaz de modular el efecto de ciertos carcinógenos
sobre animales de experimentación, potenciando o inhibiendo su acción, en función del
carcinógeno de que se trate.
Esto puede estar relacionado con su actividad sobre los enzimas hepáticos encargados de
la eliminación de substancias extrañas al organismo, que activan o destruyen a ciertos
carcinógenos.
El BHA a dosis elevadas provoca, en la rata, la proliferación anormal de células en
ciertos puntos de su tubo digestivo, y lesiones neoplásicas con dosis aún más altas,
por un mecanismo no bien conocido.
Las diferencias anatómicas hacen que esto no sea extrapolable a la especie humana, aunque
la proliferación anormal de células se ha demostrado también en el esófago de monos
tratados con BHA.
Su utilización está autorizada en la mayoría de los países (CE y USA entre ellos),
pero no en otros, por ejemplo Japón.
La tendencia mundial es a la reducción del uso de este antioxidante y del BHT (E-321).
Usualmente se utiliza combinado con otros antioxidantes, especialmente con el BHT (E-
321), ya que potencian mutuamente sus efectos.
En España, las dosis máximas autorizadas lo son siempre considerando la suma total de
estos antioxidantes.
E 321 Butilhidroxitolueno, BHT
Es otro antioxidante sintético procedente de la industria petrolífera reciclado su
uso como aditivo alimentario.
Se utiliza prácticamente siempre mezclado con el BHA (E-320), tiene sus mismas
aplicaciones, y , en general, las mismas limitaciones legales.
Esta substancia no es mutagénica, pero como el BHA, es capaz de modificar la acción de
ciertos carcinógenos.
Se elimina en la orina combinado a otras substancias, por una vía metabólica común a
muchos otros compuestos extraños al organismo.
El BHT a dosis muy altas, produce lesiones hemorrágicas en ratas y ratones, pero no en
otras especies animales.
Esto puede ser debido fundamentalmente a que interfiere con el metabolismo de la vitamina
K, a cuya carencia son especialmente sensibles estos roedores.
El BHT, a dosis relativamente altas, afecta la reproducción en la rata, especialmente el
número de crías por camada y la tasa de crecimiento durante el período de lactancia.
En función de estos datos, la OMS ha rebajado recientemente la ingestión diaria
admisible.